El foco del debate migratorio sobre Ceuta y Melilla suele situarse casi en exclusiva en las entradas irregulares a través del vallado.

El foco del debate migratorio sobre Ceuta y Melilla suele situarse casi en exclusiva en las entradas irregulares a través del vallado.

La constante presencia en los medios de imágenes de migrantes encaramados a las vallas conduce a algunos a pensar que Ceuta, Melilla y el conjunto de España están sometidas a una presión migratoria extrema. Pero no es cierto, y, aunque parezca algo obvio, no está de más recordarlo de vez en cuando.

Los saltos a la valla son un fenómeno poco relevante desde el punto cuantitativo. Sin embargo, con frecuencia se habla de ellos en términos que apuntan en la dirección opuesta. He aquí un ejemplo reciente.

El pasado 13 de octubre atracaba en Melilla un crucero con 1.800 turistas a bordo ( http://elfarodemelilla.es/2016/10/14/crucero-balmoral-deja-al-menos-32-600-e-melilla/). El mismo día saltaron la valla y entraron en la ciudad 68 inmigrantes. La prensa local solo utilizó el adjetivo “masiva” para referirse a la llegada del segundo grupo (http://elfarodemelilla.es/2016/10/14/entran-68-subsaharianos-ceti-despues-unos-300-intentaran-saltar-la-valla/).

¿Pero están Ceuta, Melilla y el conjunto de España, como algunos piensan, sometidas a una presión migratoria asfixiante? La respuesta es no.

En realidad, desde el año 2010 (cuando los estragos de la crisis eran ya más que evidentes en España), la tasa de migración neta (http://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=5861) en el conjunto del Estado presenta valores negativos. Es decir, emigra más gente de la que inmigra. O, dicho de otro modo, quienes se van al extranjero son más que quienes llegan a España

Lo mismo ha sucedido en Melilla y en Ceuta desde 2012 y 2013 respectivamente, a pesar de que los años anteriores (cuando la tasa de migración neta en el conjunto de España empezó a caer) hubo en ambas ciudades más inmigración que emigración.

En 2015 la tasa de migración neta con el extranjero en Ceuta volvió a situarse en valores positivos. La tasa, en cualquier caso, sigue siendo baja, nada tiene que ver con las entradas a través de la valla y nada tiene que ver con lo que algunos imaginan como una invasión.