Los y las militantes socialistas asistimos en las últimas semanas, y actualmente a día de hoy, a la que ha sido, y tal vez sea, la etapa más crítica, tensa, mediática y controvertida de la historia del PSOE desde el inicio de la democracia, y no es para menos.

Los socialistas somos así. Críticos (con nosotros mismos los primeros), y nos gusta mostrar nuestras opiniones y debatir "en abierto", como se denominan ahora las declaraciones cruzadas en medios de comunicación. Somos profundamente democráticos. Somos socialistas.

Antes de exponer mis opiniones y argumentos, vaya por delante mi profundo respeto a las opiniones y argumentos contrarios a los míos que tienen otros compañeros y compañeras. Creo en el debate sosegado, desde el respeto, sin caer en los insultos, descalificaciones, faltas de respeto y comparaciones odiosas, actitudes que quiero condenar profundamente, vengan de quien vengan, y vayan a quien vayan.

Yo no vengo a opinar acerca de abstención o terceras elecciones, ese debate es el contextualizado, el que toca ahora, y hay que hacerlo con la máxima celeridad, pues estamos haciendo hoy un debate que era para ayer. Llegamos tarde, y llegamos tarde por el enclaustramiento de una dirección en una posición, negándose a explorar otras perspectivas. Yo como cualquier militante socialista tengo mis opiniones, y los argumentos sobre las que reposan dichas opiniones, acerca de la hoja de ruta que debe seguir el PSOE con respecto a la inminente sesión de investidura, pero no me corresponde a mi decidirlo, y de eso es sobre lo que quiero expresarme; ¿Quien debe tomar la decisión del NO o la abstención del PSOE en la sesión de investidura?

Existen dos corrientes de pensamiento en el seno del Partido Socialista acerca de quién debe tomar la decisión del no o la abstención del PSOE en la sesión de investidura.

Por un lado están quienes apuestan por la tesis de que ésta decisión la tome la militancia en una consulta. Destacados y respetables lideres y lideresas de nuestro partido como Miquel Iceta o Francina Armengol defienden esta postura, aunque sin lugar a dudas, la máxima expresión de esta postura recae sobre José Antonio Rodríguez, comúnmente conocido como Alcalde de Jun, quien ha iniciado junto con otros cargos públicos, orgánicos y militantes de base una campaña bajo la auto denominación de #MilitantesEnPie, con el fin de recabar firmas solicitando que sean los militantes quienes a través de una consulta elijamos la postura del PSOE en la sesión de investidura.

Por otro lado están quienes apuestan por la tesis de que la postura del PSOE en la sesión de investidura sea decidida por el Comité Federal. Esta postura también es defendida por destacados y respetables lideres y lideresas de nuestro partido, como Javier Fernández, presidente de la gestora, o Susana Díaz, además de otros cargos públicos, orgánicos y militantes.

El caso es que los estatutos del PSOE establecen lo siguiente en su artículo 36 a); "Corresponde al comité federal...Definir la política del partido entre congresos." y en su artículo 36 i); " Corresponde al Comité Federal determinar la política de alianzas del partido, y dirimir las discrepancias entre las federaciones...". Creo que los artículos citados responden de manera clara y contundente a la cuestión que se nos planteaba anteriormente; ¿Quien debe tomar la decisión del NO o la abstención del PSOE en la sesión de investidura?. Le corresponde al Comité Federal. Y teniendo en cuenta que los estatutos son la máxima norma de funcionamiento orgánico de nuestro partido, la hoja de ruta, la ley, me pregunto; ¿Como hay compañeros y compañeras que contradicen esta máxima norma, y más siendo cargos públicos y orgánicos de nuestro partido?

Con esto no quiero decir que no sea legitimo que parte de la militancia socialista solicite que sea la militancia la que, en una consulta, tome las decisiones que a día de hoy corresponden al comité federal, pero para hacerlo se debería respetar los cauces que establecen nuestra máxima norma, los estatutos, los cuales dictaminan que, los estatutos, valga la redundancia, solo pueden ser modificados en un Congreso Federal a través de resoluciones, tal como dictaminan los artículos 31.1; "El congreso federal es el órgano soberano del partido..." y el articulo 31.1 a); "Corresponde al Congreso Federal definir los principios y fijar los programas del Partido...". Por tanto considero que existe ahora mismo en el seno del PSOE un debate descontextualizado, tergiversado y totalmente fuera de lugar. No se pueden cambiar las reglas del juego con la partida ya empezada, es ilógico, y no cabe siquiera plantearlo ahora.

Para ir finalizando, después de lo expuesto cabe destacar por tanto que la gestora del PSOE actúa de manera intachable al no plantear la consulta y respetando los cauces y órganos del partido, cumpliendo y haciendo cumplir los estatutos, máxima norma del PSOE.