- Se nos fue Maruja. Y se ha marchado cuando Ceuta se sumerge en un nuevo Carnaval.

Era de todas su fiesta más querida, de la que fue Reina y Caballa de Oro. Pero su simpática sonrisa y su contagiosa alegría permanecerán siempre en los corazones y en la memoria de quienes la tuvimos cerca.

Nuestra admirada Maruja ha sido una mujer que ha vivido, que ha participado apasionadamente de las fiestas y de las tradiciones de su ciudad, y de su barrio de Villajovita, como ninguna otra.

María Cabillas, o Maruja Lesmes, como era conocida con cariño por todos nosotros, ha sido el alma de la fiesta. Su presencia y participación se antojaban imprescindibles en cualquier celebración ya fuera en Navidad, Carnavales, Semana Santa o en la Feria.

Lloramos la pérdida de una mujer implicada, activa y con una trayectoria vital tan intensa que el mejor homenaje que los ceutíes podremos hacer será el de mantener presente siempre su memoria y su importantísima contribución al mantenimiento de nuestra esencia e identidad como pueblo. Su vida fue eso de principio a fin, un recorrido por nuestras tradiciones, por mantenerlas intactas, por procurar que los que vengan detrás recojan el testigo.

Y en pleno mes de febrero, como dicen los versos que Francisco Luis Jiménez, Chiki, le dedicó el sábado en el Teatro del Revellín:

Ya empieza a llorar el día

el Carnaval y la danza

y llorará la añoranza

lágrimas sin alegría.

Te vas vestida de plata

como en un final sereno...

y te echaremos de menos

al pasar la cabalgata.

Hasta siempre, Maruja