Hay una fábula, muy interesante, en la que se cuenta que estando enfermo el rey de la selva, pidió que le visitasen todos los animales de la selva para animarle. Muchos fueron a ello, y pasado el tiempo solo la zorra no había ido. Sorprendidos los demás animales le preguntaron ¿Por qué, no vas tú también a consolar al señor? Y ella simplemente dijo… ¡Os habéis fijado que todas las huellas llevan a donde está el león, pero que no existen huellas de vuelta! Por ello, ante tal claridad de ideas, todos vieron que el único beneficiado era el León y desde entonces, se quedó sin las visitas que le alimentaban.

    Bueno…el ¿Por qué? de esta fábula es simplemente para avisar a todos esos palmeros y trompeteros, incluso a aquellos que son llamados a afiliarse como nuevos, quienes alentados por el actual presidente se aproximan invitados a apoyarle, avisarles de que la mayoría de ellos, a pesar de sus ¿buenos sentimientos…?, no alcanzaran nada de nada. ¡Vamos…que no ni na! Que solo sirven para alimentar sus opciones de ganar la presidencia y que, una vez usado su servicio en el voto, serán desechados por su inutilidad. Porque esta fábula del León, es claramente aplicable a la mayoría de ellos, en estos tiempos de congreso que se avecinan.

    Y esto es así, porque todos sabemos, que para encumbrar a un santo es necesario alzarle en un pedestal. Pedestal que se construye en este caso con los palmeros y los trompeteros, quienes son los que sostienen en alto al susodicho santo creado, pero que ahora necesitan fortalecerlo con los nuevos. Y el santo creado, necesita de ellos, aunque después desde su altura se olvide de todos aquellos que, lo elevaron por encima de los demás. Mas todos sabemos, que… ¡Santo que mea, maldito santo! Pero también todos conocemos que, para acabar con el santo, es necesario acabar con el pedestal primero, si se quiere hacerle caer, ya que sino el santo sigue siendo inalcanzable para los pobres pesebreros.

    Pero, sin duda, a pesar de tanta advertencia, serán sin duda ingentes, los trompeteros, los palmeros y los nuevos que, radiantes y determinados, acerados y sonrientes, se acerquen a él. Y con sus promesas, cantaran y combatirán con saña a cualquier otro que se presente a la presidencia del partido, esperando un futuro pago por sus servicios prestados, que nunca llegara. Es un fenómeno curioso, porque estos, seguro…seguro, que sienten durante estos días con su imprudente elección que “algo…raro…muy raro que no sabrán como…les pasa". Así, son los anónimos héroes que estos días, antes de ver quemadas sus expectativas y esparcidas sus cenizas por el aire de nuestra ciudad, asombraran a más de uno. Su entierro en el olvido, borrara toda su actual alegría. Mas ellos no lo saben. Pero bueno… ¡Son cosas que siempre pasan en la vida!

    Ahora, asistiremos a una cascada de noticias favorables al “Little alguien” diariamente expuestas en las páginas de algunos de sus subvencionados medios de comunicación. ¡Nadie muerde la mano, que le da de comer! Porque él, se mostrará como siempre y seguirá dirigiéndose a ellos, con su aire de mando prestado, intentando ser cordial e irresistible y pretendiendo conquistar a todos. Tan solo nuestros escatológicos comentaristas anónimos expresaran alguna que otra evacuación de sus sentinas mentales, esparciendo sus heces contra el uno u el otro (a ellos, les da lo mismo, y a los demás también…a fin de cuentas…siguen saliendo gratis). Además, la naturaleza humana, enseña que siempre surgen inexorablemente traidores por doquier. Y si alguien no lo cree, que recuerde que al principio de todo solo eran dos y uno, engañó al otro, y luego ya fuera del paraíso solo eran cuatro y uno mató a otro. ¡Como para fiarse de alguien! Y es como dice la propia Biblia, ¡el hombre que se fía de otro es un necio!

    Pero… alguien se ha preguntado… ¿Cómo había sido la vida del “alguien”, antes de llegar a la política activa? ¿Había conocido otras bonanzas fuera de la política, que no fuesen regaladas? Porque creo que a nadie se le ha ocurrido averiguarlo. Y así, el actual presidente, disfruta de un beatificado olvido de lo que era antes, subido al pedestal que le crearon sus trompeteros y palmeros. ¡Y él, una vez elevado, siempre se olvidó de ellos! Sin duda… ¡no he dicho nada nuevo, que la gente desconozca! Yo solo quiero que la gente recuerde, que siempre a un líder se le deben considerar tres cosas: 1.-) Que equipo, ha sido capaz de formar. 2.-) Si lo que se va a hacer es honesto o no. 3.-) Si es útil o inútil. Así que, después de tantos años todos podemos analizar si esta consideración de equipo y de honestidad del actual presidente, se ajusta o no con lo útil para su partido y la ciudad. 

Yo solo me pregunto en esta lucha por la presidencia del partido… ¿Se estará luchando por los ideales que antaño marcaron la política del Partido Popular…? o… ¿Por otra cosa diferente sin más futuro?