- Patria. Así se titulan las memorias gráficas de la canadiense de origen serbio/yugoslavo Nina Bunjevac. Las publica Turner

El padre de la autora, exiliado serbio en Canadá, falleció de forma trágica en 1977, mientras preparaba una serie de atentados contra dependencias diplomáticas yugoslavas en Canadá y Estados Unidos. Formaba parte de ‘Libertad para la Patria Serbia’, un grupo armado anticomunista opositor al régimen de la República Federal Socialista de Yugoslavia de Josip Broz Tito.

De haber vivido durante la guerra de los Balcanes en los años 90, el padre de Nina Bunjevac hubiera sido con toda seguridad un ferviente admirador de los ultranacionalistas serbios Radovan Karadzic y Ratko Mladic.

En la novela, Bunjevac va en búsqueda de las fuentes del extremismo de su padre. Y mientras repasa la biografía paterna a golpe de viñetas en blanco y negro, la autora también traza un clarificador recorrido por los capítulos esenciales de la historia de la antigua Yugoslavia.

El abuelo paterno de Bunjevac, serbio de Croacia, fue asesinado en el campo de exterminio de Jasenovac por los filonazis croatas (los Ustachas) durante la segunda Guerra Mundial. La abuela materna fue partizana durante la guerra, y después de contribuir a liberar a su país del fascismo, paso a ser defensora acérrima del Mariscal Tito y de la vía yugoslava al socialismo. La relación con su yerno -que llegó a tener en casa un busto del líder chetnik Draza Mihailovic- era obviamente tempestuosa.

Algunas de las tensiones domésticas y traumas familiares que ilustra la obra son reproducciones a pequeña a escala de las heridas y de las irreconciliables fracturas ideológicas que marcaron durante décadas el proyecto político yugoslavo. La historia de la familia de Bunjevac no es una anécdota. Es también un trozo de la tumultuosa historia de Yugoslavia antes de su desmembración; un trozo, por tanto, de la tumultuosa historia de Europa.