Antonio Gil Mellado

Van pasando los días y nos estamos dando cuenta que las próximas elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Los partidos políticos, el que más o el que menos, ya están calentando motores. Comienzan a aparecer las primeras estadísticas, los primeros sondeos y posicionamientos e incluso nuevas formaciones políticas entran en lid con el objetivo de hacerse con las riendas de nuestro Ilustre Ayuntamiento, con la Presidencia de nuestra querida Ciudad Autónoma de Ceuta, y eso los está poniendo prematuramente nerviosos. Ya comienzan pues, los primeros escarceos.

La verdad es que el comienzo de esta precampaña no ha podido ser de lo más desalentadora. Miren que hay campo donde discutir, terreno donde debatir, motivos para todos los gustos y en todos los sentidos, confrontar ideas y programas… de eso es de lo que se trataría ¿no? Sin embargo, la calumnia, la mentira, la difamación más cruel y los intereses más obscenos han hecho acto de presencia, han protagonizado este comienzo, han tomado la salida. Nada deberíamos esperar de quienes pretendan lograr gobernar basándose en tan vil estrategia.

Malandrines aparte…, hay quienes ven el momento y se ven en la obligación de exponer, de la mejor forma que pueden, su parecer de cuanto acontece en esta vida pública en un momento donde la política está resultando muy poco ejemplarizante, analizando y contribuyendo modestamente con sus análisis y opiniones a implementar o corregir aquello que le parece digno de tenerse en cuenta, eso sí, siempre de forma constructiva.

Se trata de poner el ojo en uno de los campos que más satisfacciones y beneficios nos puede reportar de cara al futuro y bienestar de nuestra economía. Me refiero al apartado medioambiental y fomento que, en el caso de nuestra ciudad, adolece de enormes carencias por culpa de una gestión altamente deficiente a pesar de que las posibilidades que ofrece este campo son innumerables y cuantiosas. Su potencial apenas ha sido tenido en consideración, aun siendo ésta una verdadera tabla de salvación para nuestra economía y creación de empleo y donde habrá que agarrarse con fuerza si queremos salir adelante ¡Curioso..! ¡nunca había visto que una obligación pudiera reportar tantos beneficios y conviniera más!

En este campo todo lo que hagamos deberá tener el máximo sentido, trabajo y dedicación. Todo lo que nos propongamos puede ser inédito y competitivo, desde la fabricación y exportación hasta el empleo por lograr la máxima eficacia en la gestión de nuestros propios residuos.

Por otra parte, habrá que estar muy vigilante con quienes sólo vean en esta nueva andadura una oportunidad de negocio a corto plazo sin entender la necesidad de hacer compatible el medio ambiente con la actividad empresarial, por esta razón, resulta preocupante las noticias publicadas a diario donde aparecen detenidos empleados por enterrar residuos prohibidos que van desde simples plásticos hasta el peligroso amianto. Basta echar una ojeada para ver cómo en distintas comunidades autónomas de nuestro país son noticias por este tipo de malas prácticas. Todo un mal ejemplo. De Fomento hablaremos otro día.