Silvio Ageloff

El 21 de agosto del año 2015 se cumplían los seiscientos años, el VI Centenario, de la conquista de Ceuta por el rey portugués Juan I. Pero esa efeméride no se pudo celebrar institucionalmente porque Caballas, MDyC, Luna Blanca y al-Idrissis se opusieron rotundamente a ello, alegando que se iba a conmemorar una masacre, un genocidio, y, ante ello, el alcalde Vivas se arrugó y se puso de perfi y no dio razón alguna para no celebrar oficialmente el VI Centenario de la conquista de Ceuta por Portugal. No tuvo la entereza suficiente para celebrar el acontecimiento ante la ausencia al acto de los partidos y asociaciones citados.

Eso sí, el alcalde Vivas se largó a Portugal y allí sí celebró la conquista con las autoridades del vecino país. No tuvo las agallas suficientes para celebrarlo en su ciudad, en Ceuta. Esa figura se llama “cobardía”. Al tiempo de la celebración del VI Centenario en tierras portuguesas, asistió a la inauguración de una exposición que meses después se trajo a Ceuta, y aquí estuvo a disposición del público alrededor de seis meses.

Ahora, el obispo Zornoza viene dispuesto a conmemorar –este sí– el VI Centenario, 600 años, de la erección de la Diócesis de Ceuta, a cuya celebración el Papa ha concedido la gracia de un Año Jubilar Diocesano que se comenzará el próximo 14 de septiembre.

Cuando se altera la naturaleza de la cosas se corre el risgo de caer en el ridículo y de romper la sucesión natural de los hechos. Y esto es lo que va a suceder ahora con la celebración de los 600 años de la erección de la Diócesis de Ceuta. La erección de la Diócesis de Ceuta es una consecuencia de la conquista de la ciudad por el rey portugués Juan I el 21 de agosto de 1415. Sin la conquista no hubiera habido Diócesis, ésta es consecuencia de aquella. Al no celebrar el VI Centenario de la conquista, ha quedado interrumpido la sucesión natural de los hechos históricos en el imaginario de los ceutíes, al menos, de los ceutíes no islámicos. ¿Cómo explicar la Diócesis sin la conquista de la ciudad por Portugal? Me imagino al obispo Zornoza disertando sobre los 600 años de la erección de la Diócesis ceutí sin citar la conquista portuguesa o, en todo caso, haciendo una pirueta dialéctica para enlazar la Diócesis con Portugal. Y, a buen seguro, que el alcalde Vivas estará alli sentado en primera fila sin que se le caiga la carar al suelo. Como si no fuera con él.

En aquellos días, el alcalde Vivas se plegó a los partidos y asociaciones de corte islámico, y nuestro pasado portugués –que siempre ha sido santo y seña de Ceuta (no como ahora que se nos quiere hacer creer que el hecho multicultural ha sustiuido a nuestro pasado portugués)–, y nuestro pasado portugués, insisto, tiene visos de diluirse en aras de la llamada sociedad multicultural. Parece ser que son los signos de los tiempos en los que las identidades milenarias tienden a ser sustituidas por el llamado hecho multicultural, por mor de las migraciones masivas sobre la Europa occidental.

El mismo Vivas declaró el 02-09-2015, doce días después del fiasco del VI Centenario de la conquista, que la celebración del Día de Ceuta “en una ciudad con 4 culturas con sus respectivas tradiciones y celebraciones religiosas, tiene difícil encaje”. Lo cierto es que Ceuta, como ciudad fragmentada y compartimentada en compartimientos estancos, arrastra un lastre que afectará sin duda a su futuro de una u otra forma, pero no en la forma en que los ceutíes no islámicos desean. No celebrar el VI Centenario de la conquista portuguesa hará más daño que bien. Acaso haya sido un clavo más en el ataúd del futuro incierto de la ciudad.