Javier Ángel Diez Nieto

Hoy es el día de la constitución española. Extraordinaria fecha donde los españoles decidimos seguir juntos, olvidando todo enfrentamiento, y para lo que nos dimos una extraordinaria constitución que olvidando el pasado, nos satisfacía el presente y esperábamos expectantes el porvenir. Porque con ella, todos los derechos como personas eran respetados. Pero no nos engañemos… ¡Solo Dios no tiene nada finito! Y las obras de los hombres sin duda necesitan rectificaciones. Sin embargo, desde hace un tiempo, determinados grupos políticos están empeñados después de tantos años, no en reformarla sino en hacer saltar toda esa convivencia por los aires.

    Mas, a veces me pregunto cuál puede ser la responsabilidad de los que levantaron la mano, tanto para aprobar la ley de memoria histórica, el indulto a los sediciosos, o la ley del “Si es Si”, así como la supresión del delito de sedición o quizás…dentro de nada del delito de malversación, entre otros más… Y también me sorprende la actitud condescendiente tanto del PP, como del ya casi extinto Ciudadanos. Tan solo Vox, parece que se opone radicalmente a ello. Y por ello, me pregunto, quienes son los que apoyan y encumbran a estos responsables. 

    Finalmente, he llegado a la conclusión que los culpables no son solo los políticos, sino los que les ayudan a reventar las paredes ideológicas de la transición del 78, y a sus principios e ideales que permitieron la unidad y la convivencia de todos los españoles. Porque todos estos colaboradores, son los que nos esclavizan a las materiales realidades de sus sueldos. Y así sujetos a la precaria situación económica de muchos ellos. No les queda más remedio que ser coautores necesarios de todo ¡Gracias a Dios, no son todos!

    Porque, es fácil comprender que nuestros medios oficiales de comunicación, deben tener contentos al menos, no solo a la ingente legión de imbéciles que se creen a pies juntillas todo lo que se les dice, sino también a los políticos que gobiernan, quienes, mediante sus subvenciones y propaganda oficial, además de someter a un caladero inmenso de futuros votantes, otorgan pingües beneficios a sus editores. Consecuentemente no nos deben sorprender los continuos artículos de opinión favorables y de defensa a sus benefactores económicos. ¡Nadie muerde la mano que le da de comer!

    Así, a muchos de nuestros “progres” periodistas, ¡Esclavos de un sueldo!, se les ordena escribir de cualquier cosa en un determinado sentido y ellos llenan las noticias, corriendo en pos de informaciones que cualquiera pudiera ofrecerles, eso sí… siempre que estas sean de acuerdo con la orden recibida de sus pagadores. Porque todos ellos sí que creen en algo inmutable con el tiempo…por ejemplo… ¡” Creen en cobrar a primero de mes”!

    Esclavizados con ello, muchos periodistas se convierten en los verdaderos animadores del régimen dominante Y de esta manera, vemos a nuestros medios de comunicación social, como llenan siempre de “Supuestos; presuntos; observaciones; opiniones; tergiversaciones ...”, sus artículos. Atrás queda esa máxima de “Dato mata relato”, que antaño era respetada por los buenos periodistas. Simplemente cuentan las cosas a partir de sí mismos y sus dependencias ¡De nuevo el “agip/prop” de la izquierda tan antiguo, se impone! 

    Bueno…hay que reconocer que, para acabar con esa máxima de “Dato mata relato”, ya tenemos a nuestros coprófagos comentaristas anónimos. ¡No os enfadéis…no es un insulto…es una breve definición! Pero… ¡Sin duda hay gente que se merece una palmadita en la cara, con el puño cerrado! 

    De acuerdo con lo anterior, a un numeroso grupo de nuestros actuales periodistas, no les queda más remedio que ser los necesarios animadores para mantener el régimen dominante, del que depende su muchas veces escaso sueldo. Y así, ordenados y planificados los medios de comunicación, se tornan en simples y confusos ganados del beneficio político, basando su nivel de éxito en cuanto se acerquen más o menos, a los intereses del partido político que los compra.

    Por ello, magnificando, al tiempo o suavizando las noticias que de arriba abajo les impongan, eco y voz, se confunden y con ello, renunciando a lo positivo ahondan en lo negativo, en la esperanza de recibir más subvención económica. Por eso, lo que no debemos hacer es seguir preguntando si pueden existir más gilipollas… ¡Porque muchos lo toman como un reto!

    Si no se lo creen…lean y analicen las noticias que nos dan todos los días nuestros medios de comunicación. Y verán cómo se entretiene a esa ingente masa de lectores, a quienes deben atender con esmero, ya que son un clientelismo político necesario del partido en el gobierno. ¡Que a fin de cuentas…es el que paga! En fin… ¡Que Dios los guarde y a ver si hay suerte y se olvida de donde los guardo! Y yo creo demasiado en lo imposible, porque sin duda solo en sueños se encuentra la verdadera realidad.