- Esto es lo que deberían haber pensado los líderes de la formación “Utopía” antes de arremeter con dureza contra el resto de formaciones políticas a las que acusan de todas las corruptelas tipificadas, cuando los hechos confirmados en las últimas semanas les apuntan a ellos mismos.

Los problemas se multiplican alrededor de quienes construyeron su discurso político a través de acusaciones constantes contra las formaciones rivales. De hecho, establecieron un nuevo significado al término ya existente “casta” para asignárselo posteriormente a todos sus oponentes.

Sin duda, es el momento de recordar a estos aspirantes a dirigir el país, la frase pronunciada por Jesús de Nazaret, tras impedir con su discurso a los fariseos, la lapidación de una mujer adúltera, tras pronunciar aquellas célebres palabras: “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. De hecho, en los últimos días, han salido a la luz pública los casos Errejón, Tania Sánchez, Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias, financiación del programa “La Tuerca” e incluso, los mecanismos de acceso a sus respectivos puestos de trabajo en la Universidad.

No quisiera reiterar argumentos pretéritos, pero las circunstancias actuales así lo recomiendan, pues la ciudadanía ansia erradicar prácticas putrefactas de la actividad política. Puesto, que así debemos catalogar presuntamente, que una persona reciba íntegramente sus retribuciones pactadas incumpliendo obligaciones contractuales, intervenga directamente en la adjudicación de un convenio a un familiar directo, ingrese ingentes cantidades económicos sin las correspondientes justificaciones a la hacienda pública, acceda irregularmente a un puesto de trabajo público o justifique cobros a través de una empresa ilegalmente establecida. En definitiva, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.