Cuantos seres raros,
Descubrimos en las ciudades.
En ese complejo de seres.
Son magníficas obras anónimas,
Que se cuecen a fuego lento
Así son los amigos
Que encuentras en tu camino
(Asterión)
“Nichos del camposanto...”
Viendo nacer un puerto cercano/ casi de media luna acabado.
Elevado en monte pequeño/se ve la majestad azul del cementerio,
Campo del silencio lleno/ donde no se despiertan los muertos
Es el campo de tristeza/ donde no sabemos si lloran los muertos.
Los nichos del campo santo/ es el reino de Antonio Troyano,
Allí en noche de truenos/con cielos de relámpagos iluminados,
Antonio Troyano aparece/ como el soberano de los muertos!.
Y cuando sale la noche estrellada/ Se observa su altiva figura,
Armado con chaqueta a cuadros/ por la luz lunar recortado
Con su jaguar de oro viejo/ en la puerta bien aparcado
Su cabeza se llena de lógica /y también de buenos sentimientos.
Qué lugar mejor de reflexión/ que el solaz del campo santo,
Y la mirada impasible de Antonio/observando el infinito universo.
Con una calavera en la mano/ y mirada fija en el eterno firmamento
Medita en el callado vacío/ cómo a la alegría le sigue la sepultura.
¡Ser o no ser! le pregunta serio/ intentando recoger sus pensamientos
Sin obtener otra respuesta/ que el silencio de los muertos.
¿Cuantas joyas sepultadas/duermen con su luz declinada?
¿Dónde? Están los sueños del muerto/que mantiene su mano.
¿Querrá para siempre dormir/ rodeado de infinito cielo?
Sus manos de mecánico/no pueden arrancar un nuevo latido,
Como hace en sus arreglados coches/ y él sabe mucho de motores.
Por eso se pregunta con esfuerzo/ ¿Porque no late este corazón?
¿Su alma soñadora ha partido/libre hacia el lejano cielo?
Y así, en las noches oscuras/ pasa el tiempo en su cementerio
Un cercano sonido le despierta/ es la llegada de otro muerto
¿Qué talla tendrá el nuevo?/y así se acaba todo el misterio.
El rey del Hades visita a Caronte/barquero del rio ceniciento,
Para darle las monedas del viaje/ que debe pagar el muerto
“Y este romance de Troyano/acaba con la luz del día nuevo.
Porque a un lujo de amigo/hay que cuidarlo mucho”