José Antonio Carbonell Buzzian

Los profesionales del taxi están hartos de la ola de atracos e inseguridad que están sufriendo últimamente, este medio de transporte es un componente importante dentro del sistema en todo el mundo. Esta industria proporciona empleo a más de un millón de personas, una cifra que representa el 8% en el sector transporte a nivel europeo.

El 40% de los hogares europeos no cuentan con medio de transporte propio, y el 50% de las personas mayores ceutíes no disponen de un automóvil o no pueden conducir. Decir que estos servicios de taxi son utilizados tres veces más por las personas con movilidad reducida, que el resto de la población. Utilizar este medio de transporte reduce los riesgos que suponen conducir bajo los efectos del alcohol, ya que los jóvenes y otros no tanto beben al volante poniendo en peligro sus vidas y las de terceros.

Este sector suele estar formado por conductores autónomos propietarios y asalariados, los cuales deben emplear muchas horas para poder obtener una recompensa financiera relativamente modesta, siendo este tipo de trabajo uno de los menos retribuidos a fecha de hoy.

Está claro que tanto la Administración local como Delegación del Gobierno tienen y deben aportar soluciones que aporten seguridad a este colectivo de profesionales y yo sugiero que tomen ejemplo de los Países Bajos, donde parte de la flota de sus taxis están contratados por la propia administración ofreciendo transporte a personas ancianas, a discapacitados y alumnos de escuelas especiales.

Una solución para tratar de disminuir el riesgo de atracos y agresiones a estos profesionales sería colocar dispositivos de videovigilancia en su interior. De lo que se trata es de evitar situaciones peligrosas como las que sufre este gremio con demasiada frecuencia. Y se trata de ganarse la vida honradamente, no de perderla una noche de trabajo por falta de protección.

Este sistema integral al que me refiero está diseñado a medida del sector del taxi, consistente en conectar a estos profesionales con una CRA (Central Receptora de Alarmas), donde ante cualquier incidente durante el transcurso de los servicios, se les podría proporcionar mayor seguridad en el desarrollo de su actividad, además de estar cumpliendo con todas las normativas aplicables (LSP, LOPD e Industria), añadiendo un pulsador del pánico en caso de una emergencia, sistema de posicionamiento permanente y comunicaciones móviles para estar siempre geolocalizados.

La seguridad plena no existe, pero tomando medidas al respecto garantizamos que estos profesionales se sientan mucho más seguros y protegidos a la hora de desempeñar su trabajo.