ies siete colinas
Carlos Antón Torregrosa, profesor de Filosofía del IES Luis de Camoens

Mañana  comienza la Selectividad en Ceuta. Pertenecemos al distrito universitario de Andalucía y Granada  es la Universidad de referencia de nuestros alumnos.

Me viene a la memoria que mi primera manifestación fue a los 15 años,  estudiaba Primero de BUP.  Los estudiantes nos declaramos en huelga y levantábamos pancartas que rezaban: " No,  selectividad,  sí,  Universidad". Guardo una especie de retrato en sepia de  un grupo de compañeros   escondidos en una heladería al ser  perseguidos por los grises; sentía,por primera vez, el dulce sabor del miedo aderezado con la inmensidad de la libertad.  Es uno de los recuerdos de adolescencia que permanecen indelebles en los vericuetos de la nostalgia.

Llegué a COU y tuve que examinarme,  pasar por el rito iniciático de los preuniversitarios. En aquella Selectividad había una prueba muy indicativa para comprobar varias capacidades; consistía en una conferencia.  Había que tomar notas para luego reconstruirla: poner título,  dividirla en partes,  señalar el argumento y hacer un comentario crítico.  Mi Conferencia trató sobre " Los vertidos radiactivos en la Fosa Atlántica". El ponente recibió un largo aplauso de los examinandos. No sé si por el tema,  por la emotividad de sus palabras o porque por primera vez  nos sentíamos tratados como adultos.

Las pruebas de acceso han cambiado a lo largo de estos 40 años. Ahora se hace más hincapié en la memoria,  en la receta insulsa que les damos los profesores para superar con éxito los ejercicios y en unos paradigmas que en nada tienen que ver con lo que se quiere comprobar: las aptitudes y actitudes ante la Universidad.

Estamos a años luz de otros países,  primamos el cortar y pegar,  la repetición de lo que otros han dicho,  el estudiante en serie.

Deberíamos plantearnos pruebas abiertas,  creativas,  eurísticas,  en las que los tribunales puedan detectar otras capacidades distintas a las que se exigen en el Bachillerato... No es nada concluyente volver a superar lo que ya se ha superado durante el curso.  los Profesionales de la docencia, y ahí también incluyo a políticos, deberíamos trabaja por un acceso más justo e igualitario: pruebas comunes en todo el territorio nacional, objetivación de contenidos, mismos criterios de evaluación, etc. Sin ánimo de crear polémica, el Estado debería asumir las competencias  en Educación que delegó en las Comunidades Autónomas.

Decía, Saramago: " Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos" Mutatis mutandis ( sea cambiado todo lo que deba ser cambiado)

Toda la suerte del mundo a nuestros alumnos de Ceuta,  recordar que vuestra valía académica no se mide en una nota sobre 14 puntos,  se demuestra en otras pruebas que no son mensurables.

"Gaudeamos igitur

iuvenes dum sumus"                     

(Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes).