Isabel Mayorga Navarro

He querido dar este título para resaltar lo que quiero expresar. Considero que en estos últimos años los partidos políticos han dejado al descubierto su verdadera naturaleza mercantil.

Justo un día cualquiera de hace ya tres años decidí entrar a formar parte del gremio político. Vengo de un arraigo profundo socialista, de lo que hace décadas significaba el socialismo, y he sido siempre aconsejada por una de las personas más sabias, mi difunto padre, que ya supo ver años antes que el resto, que el PSOE estaba actuando cual derecha más rancia e hipócrita. Por aquel entonces conocí los Verdes de Ceuta, que es lo único verde que tiene ese proyecto político en Ceuta, el nombre.

Llevaba ya tiempo informándome a nivel nacional de las alternativas revolucionarias que se gestaban en las redes, antes ya del 15M. Muchas sombras hay en todos los movimientos, si bien es cierto que los sustentan personas como tú, que lees esto, o yo, gente que no sabe de estrategias electorales ni de estudios estadísticos e históricos políticos-sociales que si bien hay que tenerlos en cuenta, desvirtúan prácticamente lo que en teoría, los políticos en general, creen “a pies juntillas”.

Bien, pues justo ese día que decidí creerme lo de la herramienta política de Podemos, decidí también acercarme al círculo que había en Ceuta. No es mi intención contar mi experiencia en el breve tiempo que duré. No es mi intención tampoco señalar absolutamente a nadie, por mucho que a veces entren ganas de volver a cualquier reunión de turno y dar un golpe encima de la mesa. No, eso lo debería haber hecho el responsable del partido político a nivel nacional y si ni lo ha hecho ya es porque cree viable su manera de actuar (de no actuar). Es muy loable que vengan a apoyar a uno de sus representantes ante amenazas de muerte (toda mi condena a esa gente que no creen que un mundo mejor es posible y lo manifiestan odiando al prójimo). De paso estos representantes nacionales podían dar un toque de atención en Podemos Ceuta para que se aclaren si son partido político o mera ONG y que no vengan con el cuento que hay que ser las dos cosas a la vez… Si paupérrima es la política que se ve, no mucho mejor debe ser la que trabajan. El caso es que esa ilusionante opción de entrar a formar parte del círculo “activo, organizado y bien gestionado” se frustró. Y con el tiempo, quedó descartada definitivamente. No es que sea generalista, simplemente me cansé de ver dedos indicadores cuyo juego era y sigue siendo el despiste y la poca claridad. Formar parte de un grupo político para “quemarte” luchando contra compañeras/os de tu propio equipo es simplemente absurdo desde mi punto de vista, máximo cuando hay reglas muy claras que per se debían evitar ciertas controversias alejadas del debate político. Se hace gala de ese lamentable vicio político de decir una cosa y hacer lo contrario.

Siempre he amado la política más nunca me han gustado los partidos políticos, y con las experiencias menos todavía, ¿contradicción.? Bueno, prefiero pensar que soy una autentica antisistema, anárquica que etiquetarían algunos. Sin embargo en contra de lo que muchos creen que es ser antisistema, os quiero mostrar lo que siento, lo que vivo y lo que pienso.

Es solo mi realidad, por favor, duden de lo que os cuento, dudar es muy saludable.

Soy profundamente ecologista (sí, quiero salvar el Planeta). Sin embargo no participo en colectivos ecologistas salvo ocasiones puntuales. ¿Por qué? Porque mi malestar siempre puede más que mi voluntad. Malestar de ver y saber que se pueden hacer las cosas de manera muy diferente, que los granitos de arenas que el voluntariado aporta son esenciales y sin embargo insuficientes para metas políticas más ambiciosas. Porque la descoordinación en política se traduce en nefasta gestión, y ponerse medallas, banderas o escobas de oro, no es más que una pésima escenificación del valor que algunos no tienen y quieren a la fuerza hacernos ver.

Radical, antisistema, no son más que manifestaciones de la desesperación del que espera demasiado, dando votos de confianza a quien no debe. De cabrearse mucho con quién invita a participar en política y luego se cierra en sí mismo cual peor agrupación sectaria. De saber que si bien mi mundo es el arte y la ciencia, tengo la seguridad que debo aportar lo que sé a la política porque por alguna razón, la política está incompleta, la siguen construyendo a base de chapuzas.  Disfruten lo votado, es una frase recurrente. Pues yo os digo que no deberíais tener motivos para disfrutar, ninguno. Esa mayoría ganadora, si prefiere ver a Ceuta como una ciudad y no una aldea, si es tan decente, si no es racista, si son tan solidarios, deberían preguntarse por qué Ceuta tiene el nivel de paro, de fracaso escolar, de pobreza infantil, de construcciones abandonadas durante décadas, de caos fronterizo, de Patrimonio olvidado y destruido, etc, etc... Y si fueran fieles a su respuesta, se darían cuenta que el cinismo, la hipocresía y el egoísmo pueden dar lujos a unos pocos, pueden dar infinitos debates mediáticos, pero no dan confianza, no se traduce en buenos gestores. Y quizás así entiendan de una vez, que enseñar los dientes se puede hacer tanto para sonreír en la foto como para revelarse de una situación que nos está asfixiando a una parte de la población nada desdeñable, una parte que nos comenzamos a dar cuenta por fin, de una vez por todas, que podemos ser una nueva mayoría en las próximas elecciones.  

Una nueva mayoría representada por un equipo ganador, trabajador y tanto respetable como respetuoso con y por la ciudadanía. Un equipo que por ir por delante de los demás, va a superar el discurso de la interculturalidad, algo que se ejercita sin necesidad de clamarla puesto que es vivida. Y que es bella de por sí, si no se prostituye con reprimendas paternalistas-políticas fachas o izquierdistas.

Una política feminista pasa por ejercer un poder no combativo, sino protector, ya que solo quien se siente protegido no necesita defenderse. Y son todas las razas, todas las personas sin ningún tipo de discriminación quienes deben ser protegidas. Buscando ese difícil equilibrio que a día de hoy, se ha quebrado en Ceuta.

Deciros por último que la condición “antisistema” se convierte en condición autodidacta de gran responsabilidad. Que no se acredita con ningún papel sellado sino con hechos, con prácticas en ninguna empresa sino en la propia vida. Imposible de falsificar. Por eso soy antisistema, por eso estoy a favor de las personas que hacen de su trabajo una excelencia. Y no es una ideología, es una manera de vivir.

Preparados para gobernar, quién hoy por hoy está haciendo POLÍTICA sin vendernos nada, veo a MDyC (Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía), los demás partidos dejan mucho que desear (debéis esforzaros más aún en el marketing del producto que es lo único que parece que os queda, unas siglas que malvendéis y que nos salen bastante caras). Aunque nunca es tarde para hacer las cosas bien, que es la única manera, como ya he dicho, de cómo se deben hacer. Ojalá llegue el momento, más pronto que tarde, que podamos todas y todos comenzar a corregir los desaguisados que se han llevado a cabo las últimas décadas en Ceuta.

Porque si Vivas es lo mejor que le puede ocurrir al PP, Mr. Hernando(-zl,mcorrigeee??o_O), derrotar al PP es lo mejor que le puede ocurrir a las/os ceutíes. Esto último ni lo duden, no cabe la menor duda.