Juan Carlos Trujillo

El cierre unilateral por parte de Marruecos de la frontera del Tarajal ha hecho saltar las alarmas en nuestra ciudad. No solo hemos perdido el comercio atípico transfronterizo, sino también la actividad generada por quienes nos visitaban desde el país vecino alojándose en nuestros establecimientos hoteleros, consumiendo en nuestras cafeterías, restaurantes y pubs, y comprando en nuestros comercios. Una actividad turística que ha proporcionado, en los últimos años, importantes beneficios a nuestra ciudad a pesar de las críticas de algunos y algunas. Sin ninguna duda, es el momento de buscar alternativas, de dirigir todos nuestros esfuerzos hacia aquellas actividades capaces de reconvertir nuestra economía, de aprovechar nuestros atractivos, nuestras fortalezas. 

Y en ese camino debemos mirar hacia el “turismo deportivo”, una actividad económica generada por desplazamientos en el que el motivo principal del viaje es la práctica de actividades deportivas, la visita para presenciar “in situ” una competición, un evento deportivo o sencillamente disfrutar de un entorno natural privilegiado. Un sector en auge si aceptamos como válida la información extraída de la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur) gestionada por el INE, que cifra en 10,1 millones los turistas extranjeros que viajaron a nuestro país por motivos deportivos el pasado año, generando unos ingresos de 11.901 millones de euros. Cifras que demuestran claramente que nos encontramos ante una tendencia, que no solo genera importantes ingresos, sino que también ayuda a combatir la estacionalidad del tradicional turismo de sol y playa.

Cada año son más los deportistas aficionados, que incluyen en sus agendas desplazamientos lejanos de sus localidades de residencia. Desplazamientos que, como no podría ser de otra manera, originan importantes ingresos en los sectores de hostelería, restauración y comercial. Por poner solo algunos ejemplos citaría los 101 Kilómetros de Ronda, la Marcha Cicloturista Internacional Quebrantahuesos de Sabiñanigo o el Descenso Internacional del Sella. Pruebas que reúnen a un nutrido número de deportistas aficionados participantes y acompañantes, que colocan en las ciudades organizadoras los carteles “completo” en hoteles y locales de restauración. Una fuente inagotable de recursos potenciada por responsables políticos, empresariales y sindicales.

Con esta realidad, no puede existir duda alguna respecto a la necesidad no solo de consolidar las pruebas deportivas ya existentes, sino de potenciar una vía que podría reconvertir nuestra economía situándonos como destino del denominado “Turismo Deportivo”, uniéndonos al cada vez mayor número de localidades que apuestan por una línea de promoción turística ligada al deporte. Un claro ejemplo podemos encontrarlo en la organización de pruebas como la Carrera Cívico-Militar “Cuna de la Legión”, las regatas Intercontinentales, el Triatlón “Ciudad de Ceuta”, la Copa de España de Natación Aguas Abiertas, la Integral Sierra Bullones, la Marcha de Resistencia 7 Leguas, la Carrera Nocturna de los Montes de Ceuta o el Desafío de los 300.  Todo ello sin olvidar nuestros privilegiados fondos submarinos. Sin ninguna duda, una firme apuesta por integrarnos entre el privilegiado grupo de localidades españolas receptoras de turistas deportivos.