redondo verdejo vox serrano
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Carlos Verdejo VOX

Las declaraciones de Carlos Rontomé, coordinador de campaña del Partido Popular en Ceuta, pecan de la arrogancia característica de quien se considera por encima de las demás opciones políticas simplemente por estar, de momento, en el poder.

La soberbia ha protagonizado a lo largo de la historia caídas dignas de epopeya. Los griegos dieron buena cuenta de la osadía persa en Maratón, Salamina o las Termópilas. Los romanos pagaron su ambición desmedida en los bosques de Teutoburgo y más tarde Carlos Martel frenaba en seco cual martillo las ansias expansionistas del islam en la batalla de Poitiers.

Lejos de aprender la lección, Rontomé prefiera faltar al respeto calificando como “sucedáneo” a lo que, además de una alternativa política real, es ya un movimiento social ascendente en nuestra ciudad. Saben en el gabinete de Vivas que VOX es una amenaza cada día mayor y el ninguneo junto con el desprestigio parecen ser las estrategias elegidas por quienes no encuentran lunares en el enemigo.

Respecto a la autenticidad a la que apela el señor Rontomé, VOX no pretende que se le relacione con ella ni un instante. Dicha autenticidad popular es la de no exigir las devoluciones de inmigrantes ilegales, la de emplear miles de euros de la ciudad en el  CETI, la de apoyar la discriminatoria LIVG, la de aceptar el estado de las autonomías, la de ignorar cobardemente el fundamentalismo islamista o la de pasar olímpicamente del asunto MENA hasta que VOX levanta la voz.

Si esas ideas son las que acreditan autenticidad, pueden quedarse ese título tanto el señor Rontomé como el Partido Popular. VOX no pretende parecerse en nada de lo mencionado, aparte de otros muchos asuntos, a los azules.

VOX cuenta con su propia doctrina, definida y concreta a diferencia de la de un Partido Popular, especialmente el local, que poco o nada se diferencia de la izquierda “sorayista”. El alza del patriotismo en Ceuta busca arreglar un problema de seguridad ante el que el ejecutivo ha sucumbido en dejación de funciones, además de recuperar la mermada identidad española y dejar atrás un bloqueo económico provocado por quien mira más a Marruecos que hacia las conexiones portuarias comerciales con la península.

Ciertamente, el Carlos Rontomé que tanto escribió sobre la marroquinización parece haber sido amordazado y sustituido por un sucedáneo impuesto por el capo de la derechita cobarde. No obstante, los representantes de VOX hablarán sin censura para que, tanto en las generales como en las municipales, Ceuta se tiña de verde esperanza, mirando al futuro de nuestros hijos con cada vez menos recelo y más ilusión. Los auténticos, son los que creen en lo que dicen, estimado tocayo.