- Después de los resultados electorales nos encontramos ante una situación nueva respecto a la formación del próximo Gobierno.

Es un hecho diferente, pero totalmente normal y posible en un proceso democrático. Será por tanto la democracia, como hizo alusión Pedro Sánchez, la que resuelva la disyuntiva actual.

Hay que ocuparse en encontrar soluciones, no es fácil, pero la ciudadanía, al depositar su voto, ha emitido una serie de mensajes. El primero de ellos, que inmediatamente ocupa uno de los primeros puestos de cabeza, es la palabra diálogo. Hay que hablar, entenderse, pero ello no obliga a la necesidad de disolver las esencias ideológicas de cada formación política y a olvidarse de sus objetivos, siempre que se encuentren dentro del marco constitucional.

Otro de los mensajes es el descontento ante la política de ajustes y recortes practicada por el PP, que aunque es la primera fuerza política, la pérdida en votos y diputados es bastante considerable. Es cierto que la primera fuerza política de la oposición, el PSOE, también ha sufrido pérdidas, pero aceptablemente ha aguantado su posición. Sin duda, hay que reconocer la importante presencia de los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos.

Junto a lo anterior, otro de los mensajes que subyace en los resultados electorales es la necesidad de cambio y progreso. No se está de acuerdo con la política realizada en los últimos cuatro años, que ha estado acosando y degradando la calidad de vida, especialmente de las clases medias y trabajadoras. Es una realidad que todas las miradas se están dirigiendo principalmente a un partido, el PSOE. ¿Qué va a hacer el PSOE ante…? Es una pregunta que hace la derecha, los partidos emergentes y la opinión pública.

Pero la experiencia, la responsabilidad y el sentido de Estado del Partido Socialista, de acuerdo con las normas de funcionamiento democrático en cualquier país occidental, ha respondido como debía en boca de su Secretario General, Pedro Sánchez: “Es la primera fuerza política la que tiene la responsabilidad de formar Gobierno”. Si Mariano Rajoy lo logra, entonces el PSOE pasaría a liderar la oposición, como corresponde según nuestra Constitución.

Ahora bien, en el caso de que lo anterior no fuera posible, el PSOE tiene toda la legitimidad democrática para tender puentes hacia otras formaciones políticas e intentar conformar una alternativa posible de Gobierno. Ante esta tesitura no podemos ser ajenos a las declaraciones realizadas por un dirigente político, respecto a considerar imprescindible la necesidad de realizar un referéndum en Cataluña. Sería un hecho ilegal constitucionalmente.

Precisamente por madurez y su defensa de la no vulneración de la legalidad constitucional, no he escuchado en estos días a ningún dirigente socialista, comenzando por su Secretario General, ni a ningún militante que opine estar de acuerdo con este planteamiento. César Luena, como Secretario de Organización, mencionó el lunes pasado las palabras: “ Prudencia, colaboración, primero España y después el partido…” Sin duda, a mi modo de entender, el Partido Socialista nunca tendrá la más mínima vacilación sobre la respuesta a las mencionadas declaraciones. Su prioridad no es gobernar a cualquier precio, la unidad e integridad de España es irrenunciable, no solo por consideraciones legales, sino por convicciones desde su fundación hace 136 años.

Pedro Sánchez, el pasado miércoles lo expresó claramente: “Nuestras prioridades están claras, una recuperación justa, un nuevo Estatuto de los Trabajadores que sea una verdadera carta de derechos, un gran pacto educativo, por la ciencia y la innovación, reconstruir el Pacto de Toledo que garantice las pensiones, un gran pacto contra la violencia de género, regeneración democrática y una reforma constitucional como solución para Cataluña, donde decidan todas y todos los españoles. Reforma en la que se contemplará el blindaje de derechos sociales básicos, sanidad…”

Este lunes, se producirán nuevas declaraciones desde el PSOE, ya que tiene lugar su Comité Federal, donde quedará ratificada con sus resoluciones, de un modo claro, conciso y transparente, la posición del Partido Socialista, con la participación y libre expresión de los representantes territoriales, entre ellos los de Ceuta, sin que por ello salga lesionada ni afectada la unidad del partido y el apoyo al Secretario General, Pedro Sánchez, que ha demostrado un gran coraje. Con serenidad, responsabilidad y sentido de Estado, se encuentra preparado, con el respaldo democrático de los órganos del partido y de la militancia, para asumir, si las circunstancias democráticas lo dispusieran, las responsabilidades de presidir el Gobierno de España.