El Plan Schlieffen toma nombre del conde Alfred von Schlieffen, Jefe de Estado Mayor del Ejército alemás tras la muerte del Mariscal Moltke en 1891 y fue el eje en torno al que Alemania afrontó el inicio de la Primera Guerra Mundial. El nuevo General, imbuido de las enseñanzas de Clausewitz consideraba que la mejor manera de ganar una guerra era asestando un primer golpe al enemigo que fuere irreversible y además en su propio territorio. Ello era fundamental para Alemania, que estaba situada entre dos potencias enemigas, Francia y Rusia y por tanto dos frentes simultáneos.

Así, una vez se desencadena la primera guerra mundial en julio de 1914 tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando por el serbio Gavrilo Princip, Alemania pone en marcha el citado Plan, invadiendo Francia a través de Bélgica y Luxemburgo llegando al río Marne, próximo a París. Avance tan fulminante hizo al general  Helmuth Von Moltke tomar la decisión de trasladar gran parte de los efectivos al frente oriental, donde los rusos avanzaban.

Alemania pensaba que controlado de manera rápida el frente derecho podía doblegar el frente situado a su izquierda.

Esa estrategia bélica se asemeja mucho a la desplegada por Ciudadanos de un tiempo a esta parte. Hace algo más de un año tomó la bandera del liberalismo político para combatir en el terreno del centro derecha a su principal adversario, es decir el Partido Popular y a tenor de las encuestas lo está consiguiendo al reflejarse un progresivo desgaste del partido que ostenta el Gobierno en beneficio directo de la formación naranja. Amortizado el frente de la derecha, las huestes de Rivera se dirigían convencidos a por el frente oriental y desde hace semanas sus ataques más directos son a Pedro Sánchez y al Partido Socialista como consecuencia de la falta de apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.

El problema es que jugando desde el vértice del tablero, a veces se han de tomar decisiones políticas que implican tomar posición ideológica inequívoca, con daños colaterales cuando el objetivo es aglutinar ambos espectros y no otra cosa ha ocurrido con el asunto Cifuentes, donde la moción de censura de Ángel Gabilondo coloca en una posición compleja a Ciudadanos. De ahí las indefiniciones a la hora de tomar una decisión, al ser rehén de un pragmatismo ideológico que en ocasiones requiere de toma de decisiones que una manera u otra tendrán consecuencias demoscópicas en sentido adverso. El Partido Popular en el fondo toma aire en su enfrentamiento directo con Ciudadanos por una franja concreta del electorado y el Partido Socialista toma la iniciativa en forma de eje sobre el que se puede articular una auténtica transformación política a nivel no solo de la Comunidad de Madrid, sino nacional. Es una toma de decisión por tanto que pone a Ciudadanos ante su propio espejo y que se repetirá una vez tras otra a medida que se vaya acercando la contienda electoral a fin de sacar ventaja de las debilidades de un posicionamiento puramente instrumental desde una óptica electoral.

Volviendo a la Primera Guerra Mundial hay que decir que pese a ese primer triunfo alemán en suelo francés, el general galo Joffre, con el apoyo de las fuerzas británicas logró estabilizar el frente y tras la victoria entre el 5 y 12 de septiembre en la batalla del Marne los alemanes hubieron de retirarse. En cuanto al frente oriental igualmente se estabilizó. La guerra terminó para Alemania con el Tratado de Brest Litovsk primero en cuanto al frente oriental y posteriormente con la claudicación final del Tratado de Versalles en 1918, cuyas consecuencias fueron funestas para Alemania y que certificaron  una derrota histórica.

Para la Segunda Guerra Mundial, y ante la lección sacada en la contienda anterior, la diplomacia alemana firmó el 23 de agosto de 1939 el recordado acuerdo Ribbentrop- Molotov para garantizarse la neutralidad rusa ante el inminente inicio de la guerra, ganando tiempo en las aspiraciones expansionistas de Alemania. Todos saben cómo acabó igualmente aquella contienda y es que vivir entre dos frentes no es fácil para nadie.