S. J.

A ver, resulta que está de moda hace algún tiempo, aunque existe desde hace unos veinte años, el coaching, del inglés, entrenamiento.

Hay varios tipos y aunque quizás el que más les suene es el deportivo, eso de ir al gimnasio y tener tu entrenador personal, yo quería darles mi opinión sobre el coaching emocional.

Por lo visto, el poder de nuestra mente es tan grande y es tan desconocido para nosotros, que existen profesionales capaz de hacernos ver, tras unas sesiones..., de lo que somos capaces.

A groso modo, el click de la cuestión estriba en la actitud: algo así como que el problema no es el problema en sí, sno la actitud ante el problema.

De forma que dos personas ante el mismo problema pueden reaccionar de diferentes formas y enfocar la situación de diferentes maneras en función de su actitud. Dicho sea de paso algo obvio para mí sin que me lo diga un coaching ni kung fu panda.

Vale, llegados a este punto y dado que la actitud es fundamental, resulta que debemos estar agradecidos porque la vida es increíblemente generosa con nosotros porque siempre nos ofrece algo.

Así, por ejemplo, si te deja tu novia/o, debes ser feliz porque al menos tienes salud y trabajo.

Si, además, te echan del trabajo, debes ser feliz porque tienes salud.

Si, además, coges un resfriado, debes ser feliz porque no tienes una pulmonía.

Si, además de eso, tienes un accidente de tráfico y pierdes una pierna, debes ser feliz porque te queda la otra.

Si, además, te caes de un andamio y pierdes la pierna que te queda, debes  ser feliz porque al menos puedes oír.

Si, además, en un atentado te quedas sordo, debes ser feliz porque al menos puedes ver.

Si, además, mirando al sol te quedas ciego, debes ser feliz porque eres un privilegiado al mantener intactos tres de los cinco sentidos.

Y, si, además de todo eso te da un infarto y te mueres, debes ser feliz porque fue una muerte rápida y no falleciste quemado en un incendio.

Este ejemplo exagerado, lo que me sirve es para explicar que, claro, claro que siempre tenemos motivos para ser optimistas y que siempre hay personas que están peor que tú. Pero dile al padre/madre que no puede llenar la nevera para sus hijos que sean felices porque en Etiopía mueren los niños de hambre...

Resumen y a donde quiero llegar:

Punto 1. Hasta el derecho a ser infelices nos quieren quitar, como si nos tuviésemos que sentir culpables por sentirnos mal.

Punto 2. Parece que ser feliz es una obligación: discrepo

Punto 3. En un mundo tan globalizado y mercantilizado como en el que vivimos, creo poco en la filantropía, porque curiosamente, el coach que va a sacar lo mejor de ti y que a través de las sesiones va a hacer de ti una persona más feliz, curiosamente, te cobra por cada sesión que te da...

Parece que hay mucha gente interesada en que seas infeliz por culpa de tu actitud para que puedan "curarte" y hacer de ti un hombre/mujer capaz de todo; cuestión de saber "dar cera, pulir cera".