Al final todo se resume en un verbo: amar

S.J. UVE


S. J.

Entre la pandemia, la inhabilitación de Torra, la kitchen, la absolución de los imputados por Bankia, el teléfono de Dina, las comisiones de investigación por aquello y por esto, el nivel de la clase política, etc, etc, etc, daría para una serie de artículos.

Pero si hablo de la pandemia, seguro que me equivoco porque no tengo ni idea sobre el tema y porque ni los propios científicos se aclaran. Sí, pienso que Ayuso es una nefasta política y que Madrid echa de menos a Carmena, pero eso es solo mi opinión.

De Torra ni hablo, me cansa y me aburre Cataluña.

De Dina, los teléfonos y las comisiones de investigación tampoco hablo. Me indigna que unos (los que sean), pidan comisiones de investigación para unas cosas y voten en contra de otras,  y otros (los que sean), hagan lo mismo.

¿Bankia? Ni idea, no soy juez, pero siempre me queda la sospecha y la duda de que poderoso caballero es don dinero.

¿El nivel de la clase política? Buah! Hemos llegado al punto de no saber quién será M. Rajoy..., o de escuchar nombres en cintas grabadas por la policía, de donde se deducen delitos y no llevarnos las manos a la cabeza. 

Y si cruzo el charco y veo a Trump o Bolsonaro...,pues prefiero ver la misa de la 2 o escuchar una partida de ajedrez por la radio.

Llegados a este punto, prefiero hablar de algo universal: amar.

Tengo un amigo que argumenta que el amor es más importante que la salud, y lo hace con un ejemplo: ¿Qué preferirías, morir rodeado de la gente que te quiere, o vivir  y evitar la muerte pero sabiendo que nadie, absolutamente nadie, te quiere? Hay que esperar 10 segundos antes de contestar.

En lo que a mí respecta amo muchas cosas. Podría hablar de mi amor por los animales, el deporte, etc, etc, pero si voy al grano, me gusta despertar cada mañana (cuando no me duele nada ya voy dando gracias a Dios, el que sea), y pensar en la gente que amo.

Amo a mis hermanos por encima de todo, tengo mis debilidades, pero como decía mi madre: " si tengo cinco dedos y me cortan uno, ¿cuál me duele más?

Amo a mis amigos, ellos son familia. Disfruto cuando estoy con ellos, confío en ellos, yo los elegí, sé que no pueden fallarme, estoy convencido de ello y si lo hacen o lo hago yo con ellos, seguro que habrá forma de pedir perdón. Lo he dicho muchas veces: no los quiero menos que a mis hermanos.

Amo a mi perro, todas las mañanas lo abrazo, todas las mañanas me chupa la cara. Intento que no se me olvide que cada día que pasa no corresponde con un día perruno, sino que se me han ido varias semanas. El melenas ese cabezón me quiere sin ambages.

Y a ella, la amo a ella. Despertar sabiendo que le voy a llevar el desayuno o que vamos a cenar juntos, me ilusiona.

Me ilusiona tirarme en paracaídas con ella o sentarme en un escalón a comer pipas. Me ilusiona y me mantiene vivo planear un viaje a Las Maldivas o pasar un fin de semana en Jerez. Gracias, enana..

Y si a la vida le quitas a la gente que te quiere, ¿qué le queda?

No tengo hijos, si los tienen estoy seguro de que no hay nada más importante para ustedes en sus vidas. Cuídenlos, trabajen la paciencia, a veces desesperan, pero también fuimos hijos alguna vez, ¿verdad?

Tuve padres, pero ya no están. ¿Cuantos días pude llamarlos y no lo hice? La vida te enseña cosas o las aprendemos pelín tarde, ¿no creen?

En fin, amen, (sobre todo a los/as que se lo merecen).