Un hombre se levanta a las 6:30 de la mañana; no le cuesta, la costumbre ya hace que se despierte solo. Cansado, sí, pero inquebrantable al desánimo. Se afeita, se viste, se va. Antes de marcharse mira a sus hijos dormir, sabe que son la razón de su esfuerzo y su existir. Sabe lo que le espera en el trabajo: un jefe poco conciliador, las ventas que no cuadran, las cuentas que no salen, los problemas que se acumulan. Llega a casa a la hora de comer, pero solo dispone de un rato antes de volverse al trabajo por la tarde. Ahora sí está más cansado, casi se queda

dormido durante la siesta, pero sabe que la responsabilidad está por encima de todo. Llega a casa a eso de las 9, cansado, con problemas en la cabeza. Mañana será otro día.

Una mujer se levanta a las 8 de la mañana, tiene que preparar el desayuno para seis hijos. Alguno de ellos no quiere levantarse, alguno no quiere ir al cole, dos se pelean por entrar en el baño. Otro no quiere desayunar. Peleas, discusiones, agota, cansa; y cuando se van lo "único" que tiene por delante es hacer la compra y limpiar toda la casa. A veces se pregunta qué clase de vida eligió, a veces duda sobre por qué está en este mundo, a veces le dan ganas de rendirse, a veces le faltan las fuerzas, a veces cae en el desánimo más absoluto, pero entonces se acuerda de sus hijos, lo mejor que ha hecho en la vida, lo que más quiere, por ellos daría la vida.

Y así pasan los días, las semanas, los meses, los años....

Esos fueron mis padres, héroes anónimos, héroes de a pie. Sí, la vida hoy ha cambiado mucho, afortunadamente la vida no tiene por qué consistir en eso. Se puede viajar, se pueden tener ilusiones, se pueden experimentar vivencias, se puede romper la rutina, se pueden hacer muchas

cosas. Pero hoy me acordaba de la generación de nuestros padres, sin móviles, sin lavaplatos, sin tantas cosas, sin regularizaciones fiscales ventajosas si los cogían defraudando al fisco...

Yo me siento muy orgulloso de ellos y de su esfuerzo, cada vez comprendo más lo difícil que tuvo que ser.

Será que con la navidad tan cercana me acordé de ellos. Gracias…. Cada vez quiero más a menos personas: familia (mis adorables hermanos/as), ella, mi pareja, la más bonita (Eu), sin duda; mis amigos, los mejores del mundo, sin discusión. Imagino que será cosa de la edad, digo yo...