No, no crean ustedes que la vida que viven es real; créanme: es una ficción. 

Claro, claro que lo que usted hace cada día es real: levantarse, los niños al cole, ir a trabajar, hacer la comida, pasarlo mal cuando algo se nos tuerce; evidentemente lo es, ¿ pero en qué contexto ocurre eso?

Podrá usted ganar pequeñas batallas, si tiene suerte podrá incluso ser feliz, pero a la mínima que se enfrente a algo serio le garantizo que perderá, perderá aunque crea que ha ganado.

Ayer volví a ver "la gran apuesta". Entre otros Brad Pitt, Ryan Gosling, Christiam Bale, la aconsejó.

Saben ustedes que desde el 2008, cuando estalló la burbuja inmobiliaria, vivimos una crisis mundial. Primera mentira y primera negación de la realidad: llamar crisis a lo que fue una estafa (la riqueza del lenguaje, ejemplo: "crédito a la banca en condiciones ventajosas...=rescate)

Durante años, la banca llevada por su única y exclusiva finalidad: ganar dinero, concedió préstamos hipotecarios sin ningún tipo de control sobre el riesgo. Aprovechándose del egoísmo humano (tema para otro artículo) no escatimó en dar dinero a personas que querían vivir muy por encima de sus posibilidades: responsabilidad compartida. (Eso de ganar 1500 euros-temporalmente- y pagar una hipoteca de 1000 dice mucho de la estupidez humana) Traten de ir a un banco hoy y que les den el 100% de la hipoteca...

Esos mismos bancos se dedicaron durante años a mentir en sus balances y con la connivencia de las empresas de calificación: Goldman Sack, Lehman Brothers..., vendieron bonos hipotecarios basura a miles y miles de personas, a sabiendas de que su valor era 0. 

El resultado ya saben ustedes cuál fue: 5 millones de desempleados en USA, 6 millones de desahuciados,  de suicidios (me sorprende con la facilidad que se habla de cifras de suicidios) y en definitiva una crisis mundial.

Tras las investigaciones pertinentes, una persona, solo una persona acabó en la cárcel. ¿Por qué? Simplemente porque la partida está amañada en su origen. Bancos y empresas de calificación no pueden perder. ¿Por qué? Muy simple: porque los que hacen las leyes los protegen. Otro aspecto más de la distorsión de la realidad. Millones de ustedes defienden a los que le llevan a la pobreza, créanme, se ponen de su lado de manera sorprendente. ¿El mérito del sistema? Ustedes ni siquiera son conscientes de que lo hacen.

¿Saben ustedes que pasó? Que se rescató a los bancos con dinero público, el suyo, el que tiene usted en su bolsillo; con una particularidad: usted no lo ve salir de su bolsillo; usted lo notará en que se le congelan las pensiones, en que su sueldo no sube, en que la lista de espera para su operación se alarga, en que la educación de sus hijos en el cole se empobrece...

El mérito de todo esto está en hacerlo de manera que usted crea que vive en democracia: "voto cada 4 años, claro que vivo en democracia": iluso.

Decía Chomsky que la población general no sabe lo que está ocurrriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe". Qué gran película Matrix...

Al final de la película (la gran apuesta) se dice algo muy interesante y esclarecedor. Un personaje le pregunta a otro: ¿qué hacemos? A lo que se le responde: "habrá que culpar a los inmigrantes". Concluyan.

Y esto ocurrirá mientras que el sistema no se cambie desde la raíz, mientras que las cartas estén marcadas no hay nada que hacer. Les pongo un ejemplo, uno solo. ¿Ven ustedes justo que una factura de luz llegue a los 70 euros cuando esa casa no está habitada? Solo contesten a la pregunta. ¿Justo? Traten de luchar contra eso, a ver hasta donde llegan. ¿Por qué es así? Ya tienen mimbres para contestar.

Si sigo con el ejemplo les presento la realidad: llegado el caso de que sancionen a esa eléctrica (tras un periplo de demandas, abogados...) la multa será tan irrisoria y estará tan por debajo de los beneficios de la empresa, que le es rentable pagar la multa: o sea, gano 1000 millones y me multan con 10, ¡uf, qué quebranto!

¿Cuál es la realidad que no le dejarán vivir? Nacionalizar la eléctrica. "Señores empresarios, sí, ustedes van a ganar dinero, pero en vez de ganar 10, va a ganar 6, eso sí, mis ciudadanos, los españoles, la patria que a mí (Salvi) me duele (banderas en los balcones aparte),  va a pagar un precio justo por la luz. Pero claro, si haces eso eres un antisistema, un alborotador, un desestabilizador. ¿Y dónde está lo sorprendente y admirable del asunto? Que millones, millones de esos perjudicados, o familiares de esos perjudicados, desahuciados, en paro, incluso en algunos casos llevados al suicidio, legitiman el sistema y se ponen de parte del que te machaca.

Ese, ese y no otro es el gran mérito que les doy. Soberbio. A través del manejo de los medios de comunicación, a través de una educación que aliena a los individuos y los hace pensar lo mínimo posible, hurgando en ese primigenio egoísmo del ser humano: "mientras que tenga para darle de comer a mis hijos, pagar el coche y la hipoteca, así se hunda el mundo" (aunque ese mundo sea cada vez menos habitable y respirar aire sano se convierta en una utopía), a través de un lavado de cerebro tan eficaz como digno de elogio por su brillantez, han conseguido que millones y millones de personas de clase baja adulen al que los fustiga: enhorabuena.

Y como siempre lo peor de todo, lo peor de toda la historia es que yo participo de ese mundo sin hacer nada para cambiarlo. Esa es la paradoja de todo esto: mi nivel de hipocresía está a la altura de la desfachatez de los que mueven los hilos; con una sola particularidad. Si tuviese el poder para intentar cambiar las cosas lo intentaría, creo que perdería (las cartas están marcadas...), pero creánme que lo intentaría.

Lástima que tampoco sirva para eso.

Les dejo con su trabajo de 8 horas cuando el contrato dice que les pagan 4. A vivir.