No hablar de política en estos tiempos, se torna asunto complicado, no solo porque la política lo impregna todo e influye en su día a día, sino porque el número de barbaridades que se están escuchando y viendo en estas calendas es para echarse a temblar.

Resulta que nunca en España había habido tres partidos que compartiesen y peleasen por el nicho de la derecha, y como quiera que, la subida meteórica de Vox (ojito que algunos sondeos le dan ganador en Ceuta) parece imparable, los otros dos partidos, PP y Ciudadanos, se han tirado al monte a hacer propuestas que rayan el esperpento.

La última ocurrencia de Casado ha sido lo de entregar a los hijos de mujeres migrantes. Claro, es tal la aberración que eso supone, que tratan de negar la mayor mintiendo sobre lo obvio: el PP redactó una contestación a los medios en los que aseguraba que la propuesta era cierta.

Mentir sobre lo obvio en política ya se ha vuelto algo tan normal que no sorprende, es como el VAR, ves que Suárez pisa al defensa del Lyon pero un señor que lo está viendo sentado en una sala (cubata en mano imagino...) decide que eso es penalty: po vale.

Quizás el PP debería darse cuenta de que en esa lucha con Vox llevan las de perder. Vox tiene el gran mérito de que no se esconde, va de cara, propone barbaridades (opinión) pero las propone sin tapujos, de frente. El PP no puede permitirse ese lujo: debe compaginar forma y fondo, a Vox las formas y el fondo le importan lo que a mí quién nos representa en Eurovisión.

Y mientras tanto, Ciudadanos, el Guardiola de la política, los aseados chicos y chicas de Rivera, las perfumadas Arrimadas, Villacís y compañía pululan etéreos de aquí para ella, moviéndose cuales mariposillas gráciles flirteando ora con Vox, ora con el PSOE, ora con foro Navarro, ora con Diego el Cigala.
 

Y ojito a los escándalos de primarias, por muy bien que te vistas y te colonies (me acabo de inventar ese verbo), la caquita siempre huele, y parece que empieza a haber tanta mierda que el hedor se torna insoportable.

El PSOE continúa a base de decretos leyes su camino electoral y Podemos se sitúa en un segundo plano, cosa que no sé si le beneficia o perjudica, dado que el Comandante Iglesias últimamente no ha hecho sino perjudicar al partido (opinión), chalet mediante.
Y nada, mientras tanto sigamos viviendo, que no es poco; pagaremos más luz, tardaremos más tiempo en las citas para el médico, trabajaremos más horas por menos dinero, veremos pasar políticos indecentes por los tribunales, seguirán muriendo personas en el Mediterráneo, el planeta es destruido in misirecorde (hasta que reventemos), pero eso sí, una cosa compensa todo esto, algo que cambiará el devenir de los acontecimientos y nos hará vivir un mundo mejor: vuelve Zidane.