Título de la última película de Alex de la Iglesia (director que me gusta poco) y que está en el cine actualmente.

Amén de las risas que os vais a echar, Ernesto Alterio está sublime, el trasfondo de la película se las trae, ya sabéis: reunión de amigos donde todos deciden jugar a poner los móviles en la mesa durante la cena y leer todos los mensajes que se reciban en voz alta o coger el teléfono y poner el altavoz.

Aquello, obviamente, no puede traer nada bueno, pero el tema me parece interesante, mucho, y más cuando ayer comiendo con amigos salió el tema de la sinceridad, la confianza en la pareja, etc, y había opiniones contradictorias.

El tema principal de la película, o al menos la idea que yo creo que quería plasmar el director es que todos, absolutamente todos tenemos cosas que esconder, cosas que callar, cosas que mejor no compartir.

Y aquí, una vez más entramos en el tema que ya he citado varias veces sobre las formas y el fondo.

A un porcentaje altísimo de la gente (opinión) le vale con que las formas sean las correctas, aunque luego el fondo sea el que sea...

Yo no, creo que cuido poco las formas (mis problemas me trae) porque siempre pienso que lo importante es el fondo. La sutileza y el tacto no están entre mis virtudes.

Parece ser que si un inmigrante te hurta 100 euros es un miserable pero el chaqueteado que te estafa miles de euros es un señor, y además lo voto...

Yendo al tema de la película, y puesto que se centraba en las relaciones de pareja, el asunto da para mucho.

Puedes desear a la novia de tu amigo, incluso puedes liarte con ella, pero no lo digas nunca y que jamás se entere nadie (cuida las formas) y todo irá bien (el fondo da igual)

No te líes con la novia de tu amigo pero dile a tu amigo que la deseas (no cuidas las formas) y tendrás un problema (el fondo es el mismo que antes)

¿Cuántas veces habéis escuchado a la gente decir aquello de que "me encanta la gente sincera"? Mienten, casi todos (perdona Min)

¿Te gusta la sinceridad de tu novio cuando te dice que te estás poniendo fondona? 

¿Te gusta la sinceridad de tu hijo que te dice que le pareces un mal padre?

Es curioso como todos queremos gente sincera, honesta a nuestro alrededor, pero cuando encuentras a esas personas te hacen sentir incómoda.

Yendo a la película. Si invitas a una mujer que has conocido hace poco a ir al cine (desde el principio lo que quieres es acabar en la cama), luego la invitas a pasear otro día y luego la invitas a tomar café otro día, hasta que al final aquello acaba en sexo y al día siguiente ya no quieres saber más del asunto, es muy posible que te lluevan las críticas de digamos, Marta. (Eso sí, has cuidado las formas, cuidado los tiempos, bien chaval, todo ok)

Pero es que si conoces a Marta y le propones ir al cine el primer día sin descartar que te gustaría acabar en la cama con ella, te lloverán las críticas por descarado e insolente por parte de la misma Marta (no has cuidado las formas, el fondo era el mismo en los dos casos, pero te queda tanto que aprender chavalote)

¿De verdad creéis que las conversaciones de tres amigos en la cafetería del trabajo serían las mismas que si en ese desayuno estuviesen sus parejas? ¿Sí...?

¿De verdad creéis que las conversaciones de tres amigas en el gimnasio serían las mismas que si estuviesen sus parejas? ¿Sí...?

Dile a tu pareja ahora mismo que te deja ver su móvil, a ver qué pasa.

Tengo un amigo, profesor mío en la facultad (hola, Rafa) al que suelo mandar mis escritos porque aprendo mucho de él, que una vez me dijo que la hipocresía es fundamental para convivir, que sin ella no podríamos sobrevivir.

A otro amigo mío, gran amigo (te veo pronto, Fer) le conté lo que el anterior me había dicho y me dijo que estaba totalmente de acuerdo.

El resumen de la película es que todos tenemos mierdas que tapar, que esconder, pero ante eso hay dos opciones: los que como yo las mostramos desde el principio y somos lo peor (falta de tacto, poco sutiles, insolentes, en resumen 0 cuidado de las formas), y luego están los listos/as, los elegantes, los que van con "chaqueta", los que cuidan las formas, los que callan, los que caen bien, son sutiles, amables, "empáticos", pero no les des la espalda a ver qué hacen: son de admirar.

Lo sorprendente para mí es que, para un altísimo porcentaje de población, estos últimos son más valorados que los anteriores y eso que a casi todos nos gustan las personas sinceras, ya.

En resumidas cuentas, puedes mostrar tus mierdas tan cual, al natural, o puedes envolverla en papel de regalo, ponerle un lacito, una felicitación y echarle perfume, pero ojo, sigue siendo una mierda.

Hemos llegado a un consenso social en el que estadísticamente hablando ganan por goleada las mierdas envueltas en papel de regalo; por eso quizás el género humano, o siempre recordando lo que me dice mi amigo Fermín, gran parte del género humano  me decepciona por sistema. No he llegado a la misantropía aún porque siempre hay gente que no deja de sorprenderme para bien, pero el trato humano cada vez me parece más falso. ¿Será por eso que cada vez estoy más tiempo con mi perro?

Que pasen un buen puente, me voy a tapear con unos amigos. ¿Le digo a uno de ellos que su novia se escribe con otro de ellos? Es broma, solo una broma....