Y se me relajó la conciencia

S.J. UVE


Soy de esas personas que cuando no tienen la conciencia tranquila duerme regular, da igual que la gente crea que yo no he hecho nada malo, con tal de saberlo yo...

Y todo esto viene a cuento porque creo, antes estaba seguro, ahora solo lo creo, que he hecho algo mal.

Les cuento un poco por encima a ver qué piensan y así pueden aconsejarme. Resulta que desde hace algún tiempo, esto lo sabe muy poca gente pero es así, soy administrador de una comunidad de propietarios formada por 40 vecinos.

He aquí, que hace como cosa de dos años teníamos problemas constantes con el sistema eléctrico del edificio, la luz no paraba de irse y era un incordio para los vecinos, obviamente. Así que me puse manos a la obra y empecé a buscar a alguien que pudiese reparar dicho sistema eléctrico.

De buenas a primeras, pensé, así me llegó de repente la idea que mi hermana se dedica a la venta de neveras y frigoríficos y que, por lo tanto, algo de electricidad sabría, ¿No? Sí, ya sé lo que están pensando: ¿Acaso no habría empresas especializadas en el asunto? Claro, pero yo les hago una pregunta: ¿Y la confianza? ¿Qué?¿Quién mejor que mi hermana para aconsejarme y ayudarme?

Así que me leí los estatutos de la Comunidad y algo al respecto de contratar con familiares sé que hay, pero esto es como "Aquí no hay quien viva", ¿Quién diablos se lee los estatutos?

Entonces se me ocurrió algo. Teníamos un presupuesto para arreglar el sistema eléctrico de 10.000 euros y mi hermana me buscó a una empresa que se dedica al montaje de piezas de coches a la que se le pagó 8.000 euros.

Lógicamente los 2.000 euros restantes iban a mi hermana por buscar a la empresa. Sí, claro que se pueden preguntar ustedes, ¿Y por qué no busco yo directamente a la empresa y se ahorra la comunidad 2.000 euros?

Pues porque es cansino y agotador buscar estas cosas y me apoyé en mi hermana, a la que, ¡ojo!, no le di 2.000 euros de comisión, sino que le pagué por la "prestación de un servicio". Ya no veía tan "malo" lo que estaba haciendo, empezó a parecerme medio correcto.

El problema viene, conciencia aparte, cuando otro administrador de fincas se enteró, no sé cómo del asunto y me denunció. Yo creo que es por envidia pura para coger mi puesto, pero me denunció. Y no solo eso, sino que fue vecino por vecino a comentarles el asunto.

Así que imaginen ustedes cómo me levanto el primer día que tengo que ir a la comunidad a dar explicaciones y yo, con mi cargo de conciencia, me encuentro a todos los vecinos dándome palmadas, aplaudiéndome y dándome ánimos. Joder, que alegría.

Hasta fueron a la casa del otro administrador a hacerle bullying, acosarlo y llamarlo de todo.

Así que ante esto yo me digo: Qué alegría hacer cosas así y encima que me idolatren.

Porque además les digo una cosa, ya venido arriba, si ustedes me preguntan si el tema es legal o ético, la respuesta concluyente, contundente, irrefutable y que acaba con toda esta polémica es: mi hermana me ha dicho que sí. Más que suficiente, ¿No?

Así es como les dije al principio, se me relajó la conciencia.... ¿Vivir en un mundo donde lo bochornoso se vuelve digno de elogios?? ¡Venga ya! No me vengan con moralidades y éticas. Para eso ya estaba Kant, y miren cómo acabó con tanta ética y con tanta moral.

Gracias, vecinos.