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Me dijo un amigo informático cómo evitar que me llegase correo no deseado. Y nada, ahí que puse el filtro que me dijo pero no ha servido de nada, me siguen llegando ofertas de viajes imposibles, cartas del banco u ofrecimientos para dejarme la boca blanca y sin caries. Un desastre.

Lo que sí ha dejado de llegarme son esos premios por jugar una lotería que nunca recordé jugar y que me trasladaba mentalmente a un mundo de lujos y caprichos, me dejaba minutos y minutos ilusionándome con las infinitas posibilidades que se me aparecían por delante, islas paradisíacas, daikiris a pie de piscina y   aviones de aquí para allá.  Una ilusión menos.

Además, también dejé de recibir mensajes sospechosos de una chica rusa llamada Iván...mensajes sin la letra ñ, que me decían cosas como esta: “Soy una mujer atractiva y joven que no tiene ninos y por la que su marido ha perdido el deseo, no me mete cana y estoy deseando conocerte en Espana".

También dejaron de llegarme esos anuncios para alargar mi pene 5 centímetros y aumentar me actividad sexual un 87%. Que digo yo, que para qué necesito estas cosas si me sale bien el tema de Iván, al que ya le he escrito varias veces, todas sin ñ.

Aunque también he pensado que si no me sale bien el temita le voy a mandar a Iván lo del pene de los 5 centímetros y sobre todo lo del incremento de la actividad sexual para su marido.

Del grupo de mujeres que quisieran unas vacaciones de desenfreno, sodoma y gomorra no hablo, además pagándome ellas a mí, no hablo ni quiero saber, porque me temo que alguna de ellas puede ser Iván, y duele, cuando le coges cariño a alguien, duele. No me hace gracia ver a mi Iván en un barco de lujo pagando a un oligarca ruso con un jet stender en la mano y con una actividad sexual superior al 90%, no.

Así que voy a quitar el filtro y si el precio que tengo que pagar es recibir correos que no me interesan a cambio de imaginarme con Iván, hecho un toro sexual, podrido de dinero y con un miembro como la manga de un abrigo, lo pagaré gustoso.