S. J.

En estos tiempos de zozobra, incertidumbre, pandemia, miedos, parece que el "carpe diem" se impone como la ideología dominante

Vivir, vivir, vivir, solo queremos vivir, pero ¿A qué precio? ¿ Cuánto estamos entregando? 

En el año 2019 (prepandemia), Cádiz batió su récord de turistas. Bien, este año, con una pandemia que sigue matando a la gente, se ha batido ese récord de turistas. Vivir, vivir, vivir...

Jóvenes y no tan jóvenes en macrofiestas incumpliendo las mínimas normas de seguridad e higiene para desgracia de todos. 

No sólo se dispara el consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes, sino que cada vez la edad de consumo baja hasta límites insostenibles para cualquier sociedad que se crea sana.

Niños/as de 11, 12 años que ya han sufrido algún coma etílico o que han consumido drogas duras.

Relaciones sexuales a cortísima edad, edad para la que, opino, no se está preparado/a. 

La infidelidad vista como algo normal, la falta de conciencia como paradigma, el daño a los demás sin pensar, el egoísmo del y para el placer de unos minutos que destrozan vidas.

Vivir, vivir, vivir.

Y mientras tanto nuestra generación de jóvenes es bombardeada por la pésima situación laboral, por la incapacidad para encontrar un trabajo y emanciparse o por la ficción de un mundo donde las redes sociales lo abarcan todo pero que los llevan al engaño, los influencers y los filtros. Vivir, vivir, vivir.

No, la vida no tiene filtros, la vida te golpea y te pone en tu sitio.

"Tírate en el sofá, pon una peli, no salgas hoy, compra pipas, llama a tu madre, llama a ese hermano, y por qué no a ese amigo/a, compra también un helado, pasea, aparca el móvil, planea en tu mente un viaje, piensa en lo afortunado que eres por no estar en un hospital, cuida lo que quieres, ama, déjate amar, en resumen: vive, sí, pero sin "morir" en ello"

Habría que desarrollar más, opino, el sentido de la responsabilidad, del sacrificio, el sentido de que las cosas hay que ganárselas, el sentido de que si no sufres para conseguir algo, difícilmente lo conseguirás.

Videojuegos, móviles, televisión, internet, a disposición de niños cada vez más pequeños, cada vez más protegidos, cada vez más vulnerables, cada vez más en sus burbujas, carne de psicólogos.

No estaría de más desarrollar la idea del no egoísmo, la idea de actuar por interés no egoísta, la idea de desvivirse por el otro, por el que quieres, la idea de cuidar y disfrutar de ello. 

Claro, claro que está generación de jóvenes está infinitamente más preparada pero no lo sabe y las circunstancias no ayudan.

Está muy bien el carpe diem, pero sin estrellarse, sin vivir tan deprisa, sin faltar tanto el respeto, pensando más en el otro, pensando más en ti.

Tírate en el sofá, pon una peli, no salgas hoy, compra pipas, llama a tu madre, llama a ese hermano, y por qué no a ese amigo/a, compra también un helado, pasea, aparca el móvil, planea en tu mente un viaje, piensa en lo afortunado que eres por no estar en un hospital, cuida lo que quieres, ama, déjate amar, en resumen: vive, sí, pero sin "morir" en ello.