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Incendio en un hangar del aeródromo de Cuatro Vientos

Un hangar del aeródromo de Cuatro Vientos ha ardido esta mañana tras originarse un incendio a las siete por causas desconocidos. 15 dotaciones de bomberos, 12 de ellas del Ayuntamiento y tres del aeródromo, se han desplazado al sitio y han controlado las llamas sobre las ocho y media. Por el momento no hay ningún herido, y solo ha originado daños materiales, según informa Emergencias de Madrid.

Aeródromo, hospital y links

Golf

Junto a la entrada de la casa-club de Turnberry, inaugurada en 1994, hay una placa conmemorativa (1902-2002) de la fundación de uno de los clubs con más historia del Open Británico, aunque sólo ha acogido tres ediciones del torneo: 1977, 1986 y 1994. Situado en la costa atlántica escocesa, frente a la imponente Ailsa Craig y la isla de Arran, en el Mar de Irlanda, este links fue construido por el marqués de Ailsa en terrenos de su propiedad y en 1903, junto a la empresa del tren de Glasgow, construyó un hotel, una estación de tren, y convirtió a Turnberry en un gran resort de la época, con dos campos de golf de 18 hoyos.

Al margen del extraordinario Duelo al Sol de Watson y Nicklaus en el 77, de la primera victoria del 'tiburón' Greg Norman en 1986 y del increíble final de Nick Price (eagle en el 17) 1994, Turnberry tiene otra historia paralela y que no guarda relación con el Open propiamente dicho. Durante la I G.M. (1914-1918) el complejo fue requisado y sirvió de campo de entrenamiento para la Royal Flying Corps. Un monumento en una colinita junto al green del hoyo 12 fue levantado en memoria de todas las víctimas de la guerra. En 1926, el campo de golf nº1 pasó a llamarse Ailsa y el nº2, Arran.

Durante la II G.M. (1939-1945), y con Hitler invadiendo Gran Bretaña, de nuevo la enorme extensión de terreno que ocupaba Turnberry fue utilizada por la Royal Air Force británica como aeródromo y aún hoy pueden verse las pistas de aterrizaje que se encuentran entre los recorridos Ailsa y Kintyre. Se construyeron hangares para los aviones y el hotel fue utilizado como hospital de campaña.

Turnberry casi desaparece tras la guerra y su reconstrucción a partir de 1946 fue un milagro, gracias a Frank Hole, director del British Transport Hotels, y a Mackenzie Ross, encargado del rediseño del Ailsa course, que abrió nuevamente en 1951 con fanfarria, trompetas y una gran fiesta porque hacía mucho tiempo que en las islas no se construía o rediseñaba un campo de golf. Los hoyos junto a la playa (del 4 al 11 este links en estado puro cambia de carácter y el campo, que alcanza su plenitud cuando se pone el sol, es una postal permanente por las vistas que tiene al mar y por el emblemático faro junto al hoyo 9) no sufrieron muchos daños y en poco tiempo las pistas y los hangares dieron paso a uno de los 100 mejores campos de golf del mundo

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