bañadores

Comienza el mundial de los bañadores

Los Mundiales de Natación de Roma, que se prolongarán hasta el 2 de agosto, se celebran en el anticlímax olímpico de Pekín y en el apogeo de la era del bañador impermeable. No estarán todas las grandes figuras, y algunas se presentarán en una versión de baja intensidad. Sin embargo, la competición llega precedida por una ola de récords, producto del uso generalizado de los nuevos bañadores impermeables de una pieza que la FINA no ha querido prohibir. La omisión reguladora de la federación internacional ha puesto a la natación al borde del descrédito al tiempo que ha aumentado las expectativas sobre un deporte cuyo futuro parece incierto. Estos Mundiales supondrán un punto de inflexión, para bien o para mal. En el camino veremos a Michael Phelps, el nadador más grande de todos los tiempos, responder al juicio de los puritanos, que le condenaron por fumar marihuana. Así son los negocios. Nadie ha cuestionado el uso de bañadores que ayudan a flotar con la misma agresividad con que fue criticado Phelps por sus actividades en una fiesta privada. Por si acaso, Phelps, que ha renunciado a las pruebas de fondo y medio fondo, anunció que no nadará con los nuevos trajes de polipropileno. Usará el viejo modelo de Speedo. Todo un desafío a los apóstoles de las nuevas tecnologías. Todo un reto para el español Rafa Muñoz, que se ha citado con él en la final de los 100 mariposa provisto de su controvertido Jaked.
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad