Empleadas de hogar transfronterizas atrapadas en Ceuta: jornadas maratonianas al borde de la esclavitud
Se asoman a la ventana para tender la colada, se las ve barrer el salón o sacudir la alfombra desde el balcón, pasean al perro o cargan con la compra. Están ahí, pero son casi invisibles. La inmensa mayoría no tienen contrato y trabajan por debajo del radar y lo hacen para...