cajones

«Solo vimos en los cajones un agujero de 200.000 millones»

El nuevo presidente del Gobierno entró aquel día de la primavera de 1996 en el que sería su despacho privado durante los siguientes ocho años sin más compañía que tres personas que le seguían de cerca: su esposa, Ana Botella, y sus dos más directos colaboradores: su director de Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, y su jefe de gabinete, Carlos Aragonés. José María Aznar se sentó ante la mesa que había sido de Felipe González los trece años anteriores y abrió sus cajones. Como esperaba, estaban vacíos, excepto uno de ellos, que contenía un papel donde estaba escrita una clave. Supuso que serí...
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