El inventor del popular rifle de asalto AK-47, Mijail Kalashnikov, declaró este lunes que lamenta el uso de su invento en actividades criminales. "Es doloroso para mí ver que elementos criminales de toda clase disparan con mi arma", señaló en una grabación de vídeo dirigida a una multitud de comerciantes y diseñadores de armas que asisten estos días a una conferencia a las afueras de Moscú.
A punto de cumplir los 90 años, Kalashnikov quiso aclarar que nunca previó el éxito que tendría el fusil en todo el mundo. "Creé este arma básicamente para proteger nuestra patria (...)", argumentó este inventor, quien reveló que en toda su carrera ha pretendido diseñar armas "simples y fiables".
"Las armas que llevan mi nombre están ahora en servicio en 55 naciones (...) En algunos países, incluso a los recién nacidos les llaman Kalash", dijo el actual jefe de diseño de la compañía armamentística Izhmash, calificando esta circunstancia como "muy satisfactoria".
IMITACIONES
Se estima que desde su invención en 1947 se han producido cerca de 100 millones de ejemplares del AK-47, pero sólo la mitad de ellos cuentan con licencia y cumplen los estándares de calidad rusos. El presidente del monopolio ruso para el comercio de armas Rosoboronexport, Anatoli Isaikin, criticó en este sentido que las copias falsas del Kalashnikov perjudican a la marca porque "son vendidas en regiones conflictivas".
Por su parte, el presidente de Izhmash, Vladimir Grodetski, cifró en entre 400 y 500 millones de dólares (entre 268 y 335 millones de euros), las pérdidas sufridas por la empresa a causa de las imitaciones. Por esta razón, abogó por crear "un mercado civilizado del Kalashnikov" y de esta forma poder aumentar el precio de venta. A pesar de su fiabilidad, un AK-47 original cuesta la mitad que un rifle de asalto estadounidense M-16.