De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda convertir en "inteligentes" las cosas mundanas, un tendencia de lo "smart" que se impone ya en el hogar y cuya última frontera es colonizar el ámbito más privado de las personas, su propio cuerpo
Los sensores, cada vez más pequeños y baratos, son el elemento clave de esa visión del sector tecnológico que ambiciona una sociedad en la que todo esté conectado a internet ya sea para que la nevera notifique que se acabó la leche o para que un aparatito le pida al usuario que se levante del sofá para ir al gimnasio. La feria CES de la electrónica que se celebra esta semana en Las Vegas es un escaparate del florecimiento de este negocio al que aún le queda mucho camino por recorrer, en especial cuando se trata de convencer a la gente para que se ponga relojes, brazaletes, gafas y ropa destinados a recabar información sobre sus actividades.