El duelo copero entre el Valencia y el Villarreal se fue a la lucha táctica hasta el exceso, a la intensidad total, al respeto y los miedos a la derrota, y a un empate final arácnido que deja la eliminatoria absolutamente abierta para el partido de vuelta. La telaraña defensiva que planteó Emery en Mestalla no gustó a la grada, pero sirvió para cortar los circuitos de uno de los equipos, el amarillo, más en forma y que mejor fútbol hacen en España. Mereció, pese a lo conservador del planteamiento, mejor resultado el cuadro local que llegó a sacar a los de Garrido desde la pureza de lo defensiv...