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Casillas: "Mourinho es un fenómeno"

Iker Casillas asegura que su técnico, el portugués José Mourinho, "es un fenómeno en todo lo que significa la palabra. Ha cogido un equipo muy joven y está sacando poco a poco mucho rendimiento". Además, añade que cuando uno se sienta a hablar con él 15 minutos, le "sobran 14 para ver cómo es".  Leer

El fenómeno Canales: de joven promesa a estrella confirmada en un mes

Pero, ¿qué es lo que tiene este muchacho para montar tanto jaleo? Hombre, seamos sinceros: ni él mismo, en sus mejores fantasías, podía soñar hace medio año con lo que le está sucediendo. Ya no es que salga por televisión, ni que Valdano le llame al móvil: es que en su casa ya han tenido que estar sacando a escobazos a los tiburones más fieros de los mejores clubes de fútbol del mundo con maletines llenos a reventar de fajos de billetes de 500 euros. Porque si uno analiza las cosas fríamente, han sido tres cositas las que ha hecho Sergio, prácticamente en un mes: un buen partido en el Bernabéu...

El idioma de «Avatar» se convierte en el último fenómeno de internet

Como diría el Dylan setentero (el mejor, villancicos y zambombas aparte), medio mundo sigue «enredado en azul» (en realidad el «blue» era tristeza, pero como el correspondiente a «Hill Street blues» fue traducido justo al contrario, lo comido por lo servido). Todo lo que toca la billonaria -en dólares, aunque a este ritmo igual también en euros- «Avatar» se convierte en oro o, al menos, lapislázuli. Tanto que ahora ha dado la carismática zancada para pasar de moda a culto: que alguien se lo tome en serio. Concretamente, Paul Frommer, lingüista experto que dedicó cuatro años de estudios en pon...

Maj Sjövall: «No entiendo el fenómeno Larsson»

El tánden formado por Maj Sjövall y Per Wahlöö puso patas arriba el género negro europeo. Como hicieran Chandler, Hammett o Simenon, el ciclo novelístico de Martin Beck estaba destinado a desmontar el falso mito del Estado del Bienestar sueco. Ellos  fueron los precursores de la «friomanía» que estamos viviendo en esta década... hasta que Per falleció. Luego llegaría Mankell, y después esa bomba de ventas llamada «Millennium». En medio, varias decenas de autores escandinavos hacen las delicias de los lectores de medio mundo. La mitad del dúo pionero, Maj Sjövall, pasó por  la Semana Negra de Getafe.

-Mankell  les atribuye la paternidad del «nuevo género sueco» y dice que: «Quienquiera que esté escribiendo género policíaco hoy está inspirado en estos autores».
–Entonces nadie hacía novelas policíacas en mi país y las que había emulaban a Agatha Cristie. Por ese motivo, dos periodistas fajados en investigación como mi marido y yo decidimos demostrar cuál era el trabajo de la Policía en nuestra sociedad. Corrían los años de la Guerra de Vietnam y era hora de decirles a los jóvenes que podían leer novelas de género negro modernas. Eran momentos de lucha política y de poca transparencia en cuanto al trabajo policial y deseábamos denunciar la situación de nuestro Gobierno... No podíamos haber accedido a los «entresijos» del día a día policial de no ser por un contacto dentro del cuerpo que tenía de mi época de reportera de sucesos.
-¿Admite que el dúo que formó con su marido fue el inspirador de la novela negra europea actual?
–Me parece que sí, y eso que dejamos de escribir hace mucho. También modificamos el estilo, sin una palabra de más, si una coma de menos. Deseábamos que resultase una lectura cómoda y  que no fuese pueril. Casi como una crónica periodística, pero con trama. Desde que murió sólo me dedico a traducir y a escribir cosas que no publico.
-Pienso que a los lectores nos apasionan las novelas policíacas porque ordenan el mundo: los buenos ganan, los malos son detenidos.
–Es cierto, pero no olvides que en la época en que nos embarcamos en la serie de Martin Beck también anidaba en nosotros la idea de poner en solfa el  Estado del Bienestar sueco, que no era tal.
-¿Le molesta que le pregunte por el fenómeno de Stieg Larsson?
–Francamente: no lo entiendo. Vi la película y me leí el primer tomo. Con el segundo ya no pude porque no me gustan los «libracos gordos». Al menos, sí le reconozco el que ha modernizado el género y se ha desmarcado de los estereotipos.


Mankell, un tipo aburrido
–¿Qué le parece que su compatriota Henning Mankell «jubile» a Wallander en su última entrega?
–Me parece perfecto. Ya le había llegado la hora. Wallander como personaje me parece gris y anodino, al igual que Mankell, para mí un novelista aburrido y sin sentido del humor.
-¿Y cuál es su opinión sobre el aluvión de novelas «boreales», sobre todo  escritas por mujeres?
–No lo entiendo, la mayoría son muy malas, están escritas con un lenguaje pobre e innovan poco.

Un fenómeno sobrenatural

Convertida en todo un fenómeno cinematográfico, «Paranormal Activity» se ha colocado en lo más alto de la taquilla estadounidense aunque entrase, como otras tantas producciones de bajo presupuesto, por la puerta de atrás. De hecho, los grandes estudios se preguntan cómo demonios han conseguido dar en la clave, con un filme que tiene aterrorizados a los jóvenes con una historia donde unas fuerzas sobrenaturales aparecen a la hora de dormir. Realizada en 2005 con un presupuesto de once mil dólares, ha superado ya ampliamente los 25 millones y se ha convertido en la sensación de los últimos años. Lo cierto es que una buena parte de su éxito se lo debe a internet, que le ha dado alas, sobre todo Twitter, donde parece que todo el mundo está hablando todo el tiempo de la película y de las sensaciones que les ha provocado. La cinta, que se estrena en España el 27 de noviembre, cuenta cómo una pareja que se muda a una casa situada en los suburbios de San Diego descubre que su hogar está habitado por entes que los aterrorizan desde su llegada.

Spielberg, el padrino

«Se trata de buscar nuevas técnicas de distribución, las películas que, como la mía, no tienen grandes cantidades de dinero detrás apoyándolas deben inventarse otros caminos para llegar al público», explica su director, Oren Peli, que tuvo la suerte de contar con la ayuda del todopoderoso rey Midas de la industria, Steven Spielberg, para darle el espaldarazo definitivo, aunque de forma indirecta, ya que el director de «Inteligencia artificial», cuando la vio en DVD, tuvo una experiencia paranormal en su casa. Gracias a esa anécdota que dio la vuelta al mundo comenzó la andadura y la leyenda de «Paranormal Activity».
   Y eso que es la ópera prima de Oren Peli, un joven de origen israelí que emigró a EE UU con 19 años y nunca estudió cine. Con 37 años y una cámara que le costó tres mil dólares ha rodado el taquillazo del año: «La idea de la película surgió cuando me cambié de piso y empezamos a oír ruidos extraños por la noche. Pensé en poner una cámara que grabara lo que estaba ocurriendo, y eso me dio la idea del guión de “Paranormal Activity”».

Falta de sonidos

Peli decidió entonces que iba a seguir el ejemplo de «El proyecto de la bruja de Blair» (1999), o sea, crear expectación gracias a internet, y brindó a los protagonistas de la película una cámara para registrar cuanto estaba ocurriendo en el rodaje. Es precisamente el efecto de esa cámara lo que más miedo provoca entre los espectadores.
   Obligado por motivos económicos a trabajar de día como programador de vídeo y de noche en su película, tardó un año en terminarla: «Sabía desde el principio que no quería ningún otro ruido en la  cinta que no fuera el que estaba recogido en las cámaras de los protagonistas, ese efecto me parece único», comenta, y es cierto que la falta de sonidos brinda autenticidad a la historia y provoca auténtico terror entre los espectadores. Damos fe.

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