Los residentes, que podrían tardar hasta seis meses en volver a sus casas, no sólo se enfrentan a la situación derivada del incendio, sino, también, a una actitud incomprensible por parte de las empresas telefónicas, que les exigen la devolución de los routers o el pago de los mismos, a pesar de que no pueden entrar en el edificio porque la Policía Científica sigue trabajando en el interior del inmueble