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Blake Griffin, «Mr. doble-doble»

25 de junio de 2009. Media España trasnocha para ver si Ricky Rubio, el último fenómeno de la inagotable cantera del Joventut, supera el número 3 con el que Gasol fue elegido en el draft de 2001. Ajenos a toda esa expectación, la familia Griffin vive la suya propia. En el teatro del Madison Square Garden, nadie duda de que Blake, el pequeño del clan, será elegido con el número uno por los Clippers. Un secreto a voces que David Stern se encarga de hacer público poco después. La tensión deja paso a las sonrisas, pero aún es pronto para que empiece la fiesta de los Griffin. Tommy y Gail, los padr...

El ultra Griffin provoca la rebelión en la BBC

El ultraderechista Nick Griffin se sentó ayer finalmente en el programa estrella de la BBC y la intervención no pudo estar rodeada de más polémica. Centenares de personas, en su mayoría miembros de grupos antifascistas, se concentraron desde primera hora de la tarde a las puertas de la pública para impedir la entrada del político al estudio. El líder del BNP tuvo que ser escoltado hasta otra puerta ante el temor de las amenazas. Y es que la presión que ejercieron los piquetes llegó hasta límites insospechados. Muchos de ellos fueron arrestados por las unidades especiales de la Policía que tuvieron que salir a la calle para evitar altercados. La BBC incluso tuvo que adelantar dos horas la grabación del programa para evitar que los piquetes llegaran a boicotear el espacio.
«Question Time» lleva 30 años en antena. El formato consiste en crear un debate entre un panel de invitados que responde a las preguntas del público. Griffin nunca había sido invitado, pero cuando sacó dos escaños en las elecciones europeas de junio la pública decidió darle un asiento. Ante las críticas, el director general de la BBC, Mark Thompson, aludió a su cláusula de imparcialidad y alegó que si la formación del político atenta contra los derechos humanos –no permite como miembros a negros o asiáticos– es asunto del Gobierno y el Parlamento poner soluciones no de la pública.
La aparición del extremista en el programa no ha hecho otra cosa que aumentar las donaciones al BNP y reforzar la popularidad de su líder que ayer calificó a Obama como «un intolerante racista afrocéntrico».

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