Opinión

El debate ideológico sobre las navieras

Hace unos días, un integrante de Ciudadanos me recriminó en un debate las, a su parecer, duras condiciones que puso Podemos para votar a favor de Pedro Sánchez en la fallida investidura tras el 20 de diciembre de 2015. Le contesté que para dar cheques en blanco ya estaba su partido. Desde la afirmación por parte del Partido Popular de que el acuerdo con los de Rivera constituía “un plato de lentejas” que en ningún caso estaban dispuestos a tragarse, hasta llegar al anuncio de la aprobación de los presupuestos de Rajoy, pasando por el presidente de Murcia o el voto naranja en contra de derogar un impuesto al sol que siempre dijeron que había que eliminar, Ciudadanos está dejando más que claro que no tienen un modelo diferente al Partido Popular. Son y siempre fueron los mismos.

La fiscal del «caso Palomino» pide la agravante de odio ideológico

La Fiscalía ha elevado hoy a 30 años de cárcel la petición de pena para Josué Estébanez por el asesinato en 2007 del joven antifascista Carlos Palomino al aplicarle la agravante de "odio ideológico" por considerar que le mató porque "pertenecía a un grupo de ideas contrarias a las suyas".
    La representante del ministerio público solicita para Estébanez las penas máximas previstas para los delitos de asesinato -20 años- e intento de homicidio -diez años- por los hechos ocurridos el 11 de noviembre de 2007, cuando agredió con una navaja a Palomino y a otros dos jóvenes que se dirigían a manifestarse en contra de una concentración de extrema derecha a la que supuestamente acudía el acusado.
    En su informe, la fiscal ha expuesto que las pruebas presentadas durante el juicio que se celebra desde el pasado día 14 en la Audiencia Provincial de Madrid acreditan que Estébanez, ex soldado profesional, actuó contra Palomino por "discriminación ideológica", a juzgar por su vestimenta, y las expresiones que profirió.
    Según ha explicado, esto queda probado por algunos datos proporcionados por varios testigos, que aseguraron en la vista que el acusado vestía una sudadera "propia de los neonazis de Madrid", que realizó el saludo fascista y que se dirigió a los jóvenes con el apelativo de "guarros", que es como los miembros de grupos de extrema derecha se refieren a los antifascistas.
    Además, la fiscal se ha referido a una serie de documentos que se han leído en la sesión de hoy a petición de la acusación particular y que recogen manifestaciones de apoyo a Josué Estébanez por parte de grupos de esta ideología, señalando que "lo toman como un mártir de la causa".
    La acusación particular, que representa a la familia de la víctima, pide 37 años cárcel, al imputar a Estébanez también los delitos de tenencia ilícita de armas y de amenazas.
    Por su parte, la defensa del acusado solicita su libre absolución y, subsidiariamente, una pena de nueve meses de cárcel -que no cumpliría al llevar casi dos años en prisión preventiva-, alegando que en los hechos concurren las eximentes de legítima defensa, miedo insuperable y estado de necesidad.
    Estos argumentos se basan en el relato de los hechos realizado por el acusado, que en la primera sesión del juicio afirmó que cuando el grupo de jóvenes entró en el vagón en el que se encontraba, se sintió "acorralado" y "amenazado" y actuó "para defender su vida".
    La fiscal ha rebatido estas posibles eximentes subrayando que la actitud de Estébanez que se ve en las grabaciones de seguridad del metro es "incompatible con un estado de miedo", ya que el vídeo muestra que preparó el arma, que se colocó frente a la puerta y que no pidió ayuda ni trató de escapar.
    "El miedo lo tenían los demás", ha señalado la representante del ministerio público, que ha indicado que "aunque es cierto que acabó rodeado, no fue porque le rodearan sino por la cantidad ingente de personas que había en el vagón".
    En cuanto a la petición de que se considere que Estébanez actuó en legítima defensa, la fiscal ha sostenido que no puede aplicarse puesto que no existió una agresión previa; a lo que ha añadido que tampoco ha quedado acreditado que hubiera una provocación por parte de Palomino ya que "sólo le dice algo sobre una camiseta que se pone voluntariamente para ir a la manifestación".
    "Este es uno de los pocos juicios en que se tienen imágenes de la mayor parte de los hechos, lo que le dota de una objetividad poco común. Se hace real el tópico de que una imagen vale más que mil palabras", ha concluido la representante del ministerio público.

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