ineptitud

MDyC achaca los problemas de la UTS del Príncipe a la “indisoluble ineptitud” de Rabea Mohamed

- Aseguran que no se dan por la falta del personal que hace esas funciones, “unido a la indisoluble y constante ineptitud de la concejala del ramo”

- Señalan que la baja de un solo funcionario ha obligado a interrumpir el servicio al ciudadano

- Para la formación que lidera Fatima Hamed no puede dejar de atenderse a las personas con necesidades básicas por una falta de previsión en relación al personal

Opinión

Chanchullos, oscurantismo e ineptitud frente a necesidad social de viviendas y demanda de claridad

Resulta curioso, cuanto menos, leer a quien hasta hace poco escribía artículos titulados “Derechos de los consumidores en tiempos de rebajas”, erigirse ahora en escribano mayor del Reino Vivas y, a golpe de corneta ordenada, apresurarse a “escribir” un artículo y darle publicidad en los medios en lugar de dar la cara y ante la ciudadanía que lo requiera, ofrecer las explicaciones pertinentes. A lo mejor es más sencillo y cómodo construir letras frente a un ordenador que dar la cara ante la ciudadanía ostentando responsabilidades de Gobierno. Tal vez, es más cómodo salir por la puerta de atrás sin atender a ningún ciudadano cuando no hay presencia policial. Quizás porque el concepto de valentía política lo circunscriben a los despachos y para dar explicaciones ante la ciudadanía necesitan a miembros de la Policía Local para darles seguridad y protección, dando una imagen grotesca de la situación. La valentía en política se demuestra, no solamente aceptando el cargo dactilar ofrecido por “Papá Vivas”, sino también para hacer frente a las situaciones difíciles provocadas por un gobierno inepto que nombra a golpe de compromiso en lugar de hacerlo por capacitación y eficiencia. Esperábamos más seriedad, coherencia y más actitud política que rosa de un cargo político.
Opinión

Ineptitud, soberbia o ambas cosas

- Definitivamente no tenemos suerte en Ceuta, mientras el presidente del gobierno mantiene, contra viento y marea, a sus ministros, incluido Wert, a la gestión educativa sobre las ciudades autónomas ya le han cambiado tres veces de responsable y no podemos decir que el tercero haya debutado mejor que los anteriores.
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