En mitad del revuelo causado por la relación entre la muerte de Michael Jackson y las drogas, la actriz Jamie Lee Curtis ha sorprendido con unas declaraciones en las que reconoce haber sido adicta a los analgésicos.
La actriz, de 50 años, ha escrito en un blog para el Huftington Post que se hizo adicta después de una operación de cirugía estética: “La morfina es como un baño caliente que te ayuda a escapar de la dolorosa realidad”.
La protagonista de Mentiras arriesgadas reconoce en dicho texto que se siente muy afortunada por haber conseguido dejar los analgésicos, aunque “cuesta mucho trabajo, duro y doloroso trabajo”.
Jamie, cuyo hermano Nicholas murió en 1994 de sobredosis, no ha dado ningún detalle sobre el tipo de tratamiento que llevó a cabo para su desintoxicación. Sí reconoce, según la revista People, que el haber dejado de lado las drogas ha sido la mayor proeza que ha conseguido en su vida, por lo que se siente muy orgullosa de sí misma. “Creo que Michael Jackson estaba sufriendo y que era un adicto” ha escrito la actriz en el citado blog.
Sobre las circunstancias de la muerte de Jackson, aún por esclarecer, sostiene que se trata de una conspiración y que está segura de que tanto su familia como sus amigos van a luchar por sacar a la luz la verdad acerca de cómo murió el cantante.