Opinión
Jesuligate
El caso de la supuesta compra de voluntades entre la plantilla del C.D. Tenerife para dejarse perder y así propiciar el ascenso a Primera División del Málaga C.F., deja al descubierto que en un deporte consistente en veintidos tios dando carreras detrás de un balón hay mucha, pero que mucha, porquería debajo de la alfombra.