MADRID- Manuel Pellegrini morirá con las botas puestas y fiel a sus ideas. Es lícito que el técnico chileno crea en su proyecto y lo defienda, pero su discurso resultadista no parece casar mucho con un club como el Real Madrid, en donde la excelencia es una exigencia. «Nos queda la revancha en casa y si ganamos al Getafe podemos ser líderes de la Liga y el martes seguir líderes en “Champions” con un buen resultado en Milán», aseguró. Quiso dejar claro que, aunque no le crean, tiene la «credibilidad» de sus jugadores; pero fue más allá y su reivindicación la elevó a las altas esferas del club. «No transo –trago– con los jugadores ni con la dirección deportiva», espetó. Y eso que la pre- gunta fue si iba a tener en cuenta las conclusiones del club como análisis de la mala racha. Jorge Valdano y Miguel Pardeza le trasladaron que las rotaciones estaban involucionando a un equipo en construcción. «Dejamos de rotar en Sevilla y Milán y perdimos los dos partidos», sentenció.
«Redoblo mi apuesta para que el Madrid haga el fútbol que la gente quiere ver. Tengo la completa seguridad de que este equipo va a disputar todo hasta el final del año. Ojalá tenga el tiempo suficiente, aunque sé que este club no da tiempo», comentó. E insistió reiteradamente en que «la caída de un técnico no es el camino», a la vez que recordó cómo en otros grandes vivió situaciones parecidas y salió airoso, con títulos. «Esta directiva es seria; no creo que me echen después de seis años de fracaso en fracaso. Ocho técnicos en cinco años –dijo–, pero no ten- go temor. Firmé para hacer un cambio importante que no se ha de evaluar en tres meses».
Además de las rotaciones, a Pe- llegrini se le critica por jugar sin bandas. El técnico se comparó con Luis Aragonés en su idea de sacrificar el puesto fijo de un juga- dor en banda, pero aprovechándolas: «Cuando Luis lo hizo en la selección tuvo críticas por tener bandas móviles y le fue bien».
Por otra parte, de sainete fue la comparecencia voluntaria de Guti antes de que hablara Pellegrini. El jugador ensalzó al técnico, uno de los mejores con los que ha conectado –«me llevo increíble con Pellegrini», dijo–, y afirmó que no creía que se quedara fuera de la convocatoria, porque no tenía molestias. «Estoy perfecto para jugar». Pellegrini ratificó el desmentido que hizo Guti el día anterior, le alabó y le tildó de jugador importante, pero lo descartó. «No es por castigo, sino porque sale de una lesión». Un esguince de tobillo que no le impidió jugar en Alcorcón.