maldito
Opinión

El atentado maldito

- El pasado jueves 27 de junio tuvo lugar en el Casino de Elche, la presentación del último libro del escritor, investigador, periodista y tertuliano televisivo Gabriel Carrión, titulado 'El Atentado Maldito', editado por 'Walking Away Library' (www.ladamadeelche.com).

RTVE: el «Ministerio» maldito

Si hay un cargo inestable y difícil de mantener es la dirección general (ahora presidencia) de RTVE. No importa que las audiencias se fragmenten y la cadena pública tenga ahora la quinta parte de audiencia e influencia que en sus orígenes, cuando era, como bromeaba El Perich, «la mejor televisión de España». Ni siquiera en la prehistoria de Aznar es posible encontrar a algún dirigente que apurara su mandato y saliera por la puerta grande. Casi todos, por otro lado, contribuyeron a engordar la deuda. El repaso empieza con Mónica Ridruejo, la primera solución de Aznar, quien como Zapatero llegó...

Un cruce de calle maldito

La nueva fiesta holandesa que estaba preparada con Sven Kramer, el gran favorito en los 10.000 metros, acabó en una gran frustración. Un hecho insólito en las grandes competiciones. La gran estrella del fondo hizo el mejor tiempo, pero fue descalificado por un cambio de calle indebido pasada la mitad de la prueba. Su entrenador le confundió.

Adiós al talento maldito

En su autobiografía ‘Ik Ben God Niet ’ (‘Yo no soy Dios’), publicada hace seis meses, el corredor belga con más talento desde Eddy Merckx reconocía ser adicto a determinadas drogas y “no haber hecho n

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Ese maldito carrillón

Hay personas que no le piden demasiado a la vida. Algunos, incluso, sólo vivir, ser razonablemente felices mientras esta pasa y que, de vez en cuando, alguien se la alegre, se la endulce y se la entristezca. Y que sea precisamente en ese orden. Y de noche. Y, a poder ser, al ritmo del carrillón amarillo de esa niña mayor llamada Lourdes Hernández y que responde al nombre de Russian Red.

JK5022: Un año sin respuestas sobre el vuelo maldito

El vuelo JK5022 despegó a las 14.23 horas del 20 de agosto de 2008 de la pista 36L del aeropuerto de Barajas. Había buena visibilidad, viento apropiado y una temperatura de 28 grados. Un minuto después se activó el sistema avisador de pérdida y en cabina sonó tres veces la bocina y la temible voz sintética «stall, stall, stall» que anuncia que el avión entra en pérdida, que se cae. Sólo lo oyeron el piloto y el copiloto, mientras las otras 170 personas que viajaban en el MD-82 de Spanair con destino a Las Palmas sentían un «vaivén, un traqueteo, un balanceo». El aparato sólo levantó el morro, ...
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