La fe que demostró Juan Carlos Ferrero le impulsó hacia la remontada en el duelo contra el alemán Phillip Pezschner (1-6, 3-6, 6-4, 6-2 y 6-4), que le situó en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, una barrera que el español no había podido superar desde que fue finalista hace seis años.Contemplado por el capitán del equipo español de Copa Davis, que el próximo martes tiene previsto anunciar el cuarteto que se enfrentará a Israel en las semifinales de Murcia, el tenista de Onteniente, que puede estar entre los elegidos, efectuó un gasto extra para sacar adelante un compromiso torcido en las dos mangas iniciales.
El mal juego de Ferrero y el impulso del germano le situaron contra las cuerdas. También en el quinto parcial. En el que, después del esfuerzo, el español se encontró con 4-1 en contra. Logró cinco juegos consecutivos y se apuntó el triunfo. En dieciseisavos de final le espera el ganador del partido entre el francés Gilles Simon, noveno favorito, y el brasileño Thomaz Bellucci.
Ferrero cortó el maleficio que le persigue en el último Grand Slam de la temporada desde que llegó a la final de 2003, cuando siendo número uno del mundo perdió ante el estadounidense Andy Roddick. Desde entonces, nunca había logrado alcanzar la tercera eliminatoria. En esta ocasión, y ante un rival con el que no se había enfrentado nunca, terminó con la racha negativa.
 Es este un año de resurrección para el español. De resurgimiento. Ferrero, que en abril era el 115 del mundo, su peor situación en diez años, se ha situado en el puesto veinticinco. Logró, además, el título en el torneo de Casablanca, el primero en seis temporadas de eliminaciones precipitadas y finales perdidas.
En Wimbledon, confirmó el español su tendencia al alza. Finalista en Umag, donde perdió con el ruso Nikolay Davydenko y semifinalista en Queens, su mejor registro en hierba, Ferrero confirmó que ha vuelto. Incluso para el equipo de Copa Davis. Albert Costa le llamó contra Alemania en Marbella y proporcionó el punto definitivo para la clasificación del equipo.

TSONGA, SIN PROBLEMAS
por su parte, el francés Jo Wilfried Tsonga, séptimo favorito, ganó con claridad al finlandés Jarkko Nieminen (7-5, 6-3 y 6-4) y alcanzó la tercera ronda, su tope hasta ahora en el último Grand Slam de la temporada. La gran esperanza del tenis galo en Nueva York cumple su tercera presencia en Flushing Meadows. En las dos anteriores siempre se despidió tras superar las dos primeras eliminatorias. Ambas tumbado por un jugador español. El pasado año por Tommy Robredo y hace dos por Rafael Nadal.
El tenista de Le Mans, finalista en el Abierto de Australia del 2008 y poseedor de cuatro títulos, intentará romper la barrera de tercera ronda ante el ganador del choque entre su compatriota Julien Benneteau y el serbio Victor Troicki. La competición que se disputa en Nueva York es la única del Grand Slam que el galo, hasta ahora, no ha contemplado desde los octavos de final.