Quizás fueron las Pléyades con su lluvia de átomos luminosos surcando el cielo, tal vez la responsable fue la Luna, en cuarto creciente y en agosto. Puede que la naturaleza primitiva de Liliht que no sabe renunciar al pecado, o el licor que mezcló espíritus polacos, españoles, escoceses, cubanos en una amalgama de tentaciones [...]