G. T.
El texto dará dos meses a los hosteleros para adaptarse a la nueva regulación, que exigirá sombrillas, sillas y mesas no publicitarias y de colores “blancos o apagados: ocres, sepia, tierra de Siena, pardos, etcétera”, nunca "fuertes, brillantes o chillones". “La protección del centro histórico y la potenciación de la imagen turística de la ciudad autónoma requiere una regulación mínima", estima el Ejecutivo.