orinal

Una siesta de pijama y orinal

Noches alegres, mañanas tristes, reza el dicho. Dicho y hecho. Hecha la escapada, que costó más que nunca, 66 kilómetros, una vez analizados los dorsales de los 12 integrantes y comprobado que el mejor clasificado era el colombiano Leonardo Duque (el 55º, a 1h 12m 55s), llegó la hora de la siesta. La siesta del perro, reza el dicho, cuando se refiere a la siesta de los canes antes de la comida. Es lo que ocurre cuando se suceden las etapas de montaña y por fin llega la calma, la llanura, los paisajes de los troncos retorcidos de los olivos a los que cantó Miguel Hernández, de los andaluces de Jaén y de Córdoba. Uno tras otro, en hileras casi geométricas a los lados de cualquier carretera, en cualquier ladera, invitan a mirar incluso a estos deportistas que acostumbran a ir como locos, sin tiempo ni lugar para la poesía de los olivares.
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