«Glory is ours». Y además, eterna
Las cosas son como son: en paciencia nos ganan. Un padre del Manchester tiene una capacidad de resistencia tres veces y media superior a uno del Barça. «Glory is ours», reza en la entrada de Soccer Scene, en Oxford Street, donde ayer se libró una batalla psicológica que pasará a los anales de la sociología moderna, una encarnizada y brutal estrategia de desgaste en la que Steve, un chaval de diez años de rostro amembrillado, blanco nuclear y pelirrojo hasta las cejas, dejó desguarnecida la defensa azulgrana.
No hay excusa, aunque el día se torciera al alba, cuando las banderas ya ondeaban en l...