radiactivo

Los niveles de yodo radiactivo en el mar de Fukushima superan en 3.000 veces lo permitido

Más de dos semanas después de que un potente terremoto y un tsunami desencadenaran la peor crisis nuclear que ha vivido el mundo desde Chernóbil (Ucrania, 1986), las perspectivas para estabilizar la situación en la central de Fukushima parecen muy lejanas. Este miércoles se ha conocido que el agua del mar cercano a la planta nuclear alberga cantidades de yodo radiactivo que superan en 3.355 veces los niveles permitidos por las autoridades japonesas. A pesar de que la pesca en la región ya había sido prohibida y todos los residentes en el área de la central evacuados, el director general adjunto de la Agencia de Seguridad Nuclear nipona , Hidehiko Nishiyama, se ha mostrado tranquilizador con las consecuencias de la contaminación. "El yodo 131 tiene una vida media de ocho días, por lo que para cuando pueda llegar a la gente ya estará considerablemente deteriorado", ha afirmado.

"Si la vasija se mantiene intacta, no habrá fuga de material radiactivo"

Japón se esfuerza para impedir que las barras de combustible de dos reactores dañados en el terremoto del viernes en la central de Fukushima Daiichi se sobrecalienten, después de dos liberaciones controladas de radiación a la atmósfera para reducir la presión. El Gobierno ha indicado que el edificio de contención de un reactor corre el riesgo de explotar después de que un estallido volara el techo al día siguiente del terremoto, en este complejo nuclear situado a 240 kilómetros al norte de Tokio.

Acuerdo sobre la datación por carbono radiactivo

Como un hito en la datación por carbono radiactivo han acogido los investigadores de múltiples áreas la nueva curva de calibración, recién publicada, que permite extender la técnica hasta los 50.000 años de antigüedad y proporciona una mejor aproximación a la edad real. La INTCAL09 es el fruto de varios decenios de discusiones y ajustes. En 2004 se publicó la curva para una antigüedad de hasta 24.000 años pero había graves problemas para hacer casar los datos obtenidos de, entre otros, foraminíferos (organismos unicelulares) y corales fósiles cuando se iba más hacia atrás en el tiempo. Nuevos datos y un tratamiento estadístico han llevado a los expertos a consensuar la nueva curva, que se publica en la revista Radiocarbon y que será perfeccionada a medida que se conozcan más datos.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad