Los italianos empezaron a votar ayer para el cuádruple referéndum, convocado por iniciativa popular, que puede convertirse en un nuevo varapalo para el Gobierno de Silvio Berlusconi. Más de 50 millones de electores están llamados a abrogar tres leyes: la que da luz verde a la energía nuclear, la norma del legítimo impedimento (que ofrece al primer ministro la posibilidad de alegar empeños para no acudir a sus juicios) y la privatización del agua, que ocupa dos de las cuatro preguntas.

Los italianos empiezan a votar esta mañana en un cuádruple referéndum, convocado por iniciativa popular, que podría ser una nueva y seria advertencia para el debilitado Gobierno del país. Más de 50 millones de ciudadanos están llamados a pronunciarse sobre la abrogación de la energía nuclear, la ley del legítimo impedimento y la privatización del agua. Se vota con cuatro papeletas distintas, aunque dos de ellas son referentes a la gestión del agua. La oposición ha llamado a los ciudadanos a las urnas, mientra el Ejecutivo ha tratado por todos los medios de promover la abstención para que no se alcance el quórum necesario: el 50% más uno de los electores.

El líder del PP critica los 'bonos patrióticos' porque al final quienes los pagarán "serán los catalanes". Leer

Puigcercós expresa su apoyo a los alcaldes que "quieran permitir ejercer el derecho a que la gente opine".

Pese a insistir en que el Estatuto es constitucional y que no hay planes B ante el supuesto de que el Tribunal Constitucional (TC) dicte una sentencia adversa, el Gobierno catalán analiza ya todas las vías jurídicas y políticas posibles para evitar que no se toque una coma del texto estatutario. El tripartito, como se sabe, amenazó el martes al PSOE con reformular el pacto entre Cataluña y España, pero eso forma parte de lo futurible. Mucho más tangible es el amplio despliegue legislativo impulsado para desarrollar el Estatuto sin esperar a que haya resolución judicial. Esta política de «hech...