MADRID- Carlos Ocaña se enfrenta a sus cuartos Presupuestos Generales del Estado como secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, unas cuentas marcadas por la subida de impuestos y la eliminación de la deducción de los 400 euros en el IRPF. Las cartas están sobre la mesa, pero la necesidad del Gobierno de ampliar el apoyo parlamentario a las cuentas públicas puede deparar más de una sorpresa. De momento, el secretario de Estado de Hacienda expresa su convicción de que no habrá subidas de impuestos adicionales, y no se plantea por ahora tocar los especiales. Respecto a la situación de la economía, Carlos Ocaña cree que a mediados de año habrá signos de recuperación, y confía en que las autonomías y los ayuntamientos serán responsables y cumplirán sus objetivos de déficit.
– Algunas voces, entre ellas la del Gobernador del Banco de España, se han preguntado que por qué la subida de impuestos no empieza a aplicarse desde ya.
– Desde el punto de vista macroeconómico es importante que ayudemos a que la economía se estabilice, por lo tanto subir impuestos demasiado pronto no es una buena idea, y esperar indefinidamente tampoco porque hay que empezar a reducir el déficit. Es necesaria la austeridad en el gasto y un aumento moderado de impuestos. El consenso general de los expertos es que en el segundo semestre de 2010 la economía va a estar en niveles de recuperación, por tanto, es el momento adecuado para introducir la modificación en el IVA. Si anunciarlo con tanto tiempo hace que el consumo se adelante, tanto mejor, porque eso ayudará todavía más a consolidar la recuperación.
– ¿Cómo están tan seguros de que en el segundo semestre la economía comenzará a remontar el vuelo?
– Hay consideraciones estadísticas, como por ejemplo la evolución de los indicadores del PIB, y otras más estructurales, que tienen que ver con el hecho de que el ajuste que se está produciendo ya habrá concluido. Por ejemplo el ajuste en el sector inmobiliario ya se ha producido, ya se ha paralizado la construcción de viviendas a unos niveles bajos. Paralelamente, el ajuste en la industria auxiliar del sector inmobiliario para esa época ya habrá terminado. También se está normalizando el crédito, que está volviendo a fluir; estamos mejor que hace tres meses. Lo esencial del ajuste se ha producido este año, por lo que es muy razonable pensar que en el segundo semestre de 2010 algunos indicadores habrán mejorado. Pero en las crisis no todas las correcciones llegan a la vez. En la segunda mitad de 2010, aunque estaremos creciendo otra vez, el mercado de trabajo tardará más tiempo en remontar. Reequilibrar las cuentas públicas también llevará más tiempo, pero nuestro objetivo es que en 2012 estemos en niveles normales.
– ¿Cómo piensan reconducir el déficit?
– Sólo hay dos maneras: ajustando el gasto y mejorando la recaudación; ambas cosas ya las hemos empezado a hacer. Un esfuerzo que corresponde no sólo al Estado sino también al resto de Administraciones Públicas. Parte de los ingresos que hemos perdido estaban ligados a la construcción y esos no van a volver, y otra parte de la pérdida de ingresos tiene que ver con que el consumo está débil y recaudamos menos en consecuencia en IVA, y ahí sí esperamos una recuperación. Lo mismo ocurrirá con el Impuesto de Sociedades y el IRPF, que volverán a crecer.
– ¿Le preocupa la deuda pública de España y el déficit?
– Me preocupa. La situación a medio y largo plazo es insostenible y tenemos que reconducir ese déficit. Las medidas que hemos incluido en estos Presupuestos exigen sacrificios a los ciudadanos y a las administraciones. No podemos tener un déficit que supera los límites del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y nuestro objetivo es volver a estar en una situación sostenible en 2012.
– ¿Piensa que las CC AA y los ayuntamientos cumplirán el objetivo de déficit marcado?
– Estoy convencido de que ese esfuerzo de consolidación lo asumirán tanto las comunidades como los ayuntamientos y, desde luego, eso es lo que se acordó en
el Consejo de Política Fiscal y Financiera en el caso de las CC AA. Además las circunstancias nos obligan a todas las administraciones a hacer esos ajustes. Se debe y se tendrá que hacer.
– ¿Pero por qué entonces han seguido subiendo los gastos de personal según datos de la ejecución presupuestaria?
– Estos gastos no son fáciles de recortar a corto plazo, sí a cuatro años vista. El ajuste de los gastos corrientes es de una dureza enorme, y en el año 2009 ya se produjo un recorte de 2.500 millones, que se añade a la reducción que haremos en los Presupuestos del próximo año. Es cierto que, comparado con un déficit que es mucho mayor, puede parecer pequeño, pero supone un gran esfuerzo.
– Alemania acaba de anunciar una rebaja de impuestos. ¿No estaremos nadando a contracorriente?
– Los alemanes subieron el IVA tres puntos en 2007, y veremos si su propuesta de bajarlo ahora a uno se concreta finalmente. Los británicos también están planteándose subidas fiscales, no porque sí, sino porque tienen un déficit que les preocupa.
– En el supuesto de subir de nuevo los impuestos, ¿serían siempre los indirectos?
– El ajuste de impuestos que había que hacer es el que ya hemos pedido a la sociedad española que nos apruebe. No estoy pensando en otras subidas adicionales de impuestos ni directos ni indirectos. Por lo tanto, ni en modificar el IVA, ni Sociedades, ni IRPF, ni siquiera pensamos en modificar los impuestos especiales ahora.
–¿Qué resultados ha dado la subida de impuestos de tabaco e hidrocarburos puesta en marcha en junio?
– Los resultados esperados, reduciendo la caída de la tasa de ingresos y generando unos 416 millones de euros hasta septiembre.
– ¿Por qué se han mantenido en los Presupuestos las bonificaciones a las empresas para la contratación de parados visto que el desempleo no se ha recortado?
– Estoy de acuerdo en que se haga una revisión de todas las bonificaciones para ver cuáles sirven y cuáles no y a partir de ahí tomar decisiones. No tiene sentido mantener bonificaciones costosas cuando no estén cumpliendo con su objetivo.
– ¿No teme que la subida del IVA eleve aún más el fraude fiscal?
– Esta España no es la de 1992 ni la de 1980. En este país los ciudadanos cumplen con sus obligaciones tributarias y pagan, por tanto, sus impuestos. El IVA no se va a subir hasta dentro de nueve meses, que es cuando esperamos que los problemas de las empresas no sean ya tales. Además, la Agencia Tributaria tiene más medios ahora para combatir el fraude.
– Los inspectores de Hacienda dicen que con un buen plan antifraude se recaudaría más que subiendo impuestos.
– Ya tenemos un buen plan contra el fraude fiscal, estamos contentos con los resultados. Hemos recaudado 27.000 millones en el marco del plan de lucha contra el fraude puesto en marcha en 2005.
– Los partidos nacionalistas han propuesto la eliminación de tres ministerios. ¿Qué piensa?
– Son decisiones que corresponde tomar al presidente del Gobierno, aunque el impacto presupuestario de esta medida sería relativamente pequeño.